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El Economista
Agosto - Septiembre 2018
Robusta, un
aliadopara la
cuencadel Canal
El cultivode café robusta en la
cuencadel Canal dePanamá se
ha vueltounamedida clave pa-
ra evitar la erosiónde las tierras
yproteger la calidaddel agua.
POR:
ÉLIDAMORENO
•
PANAMÁ
C
uando Estados Unidos de-
volvió el Canal a Panamá,
en 1999, el país recibió una
cuenca
deteriorada en
gran parte por las acti-
vidades agropecuarias, lo que signifi-
caba una amenaza para la calidad del
agua de los ríos que desembocan en el
lago Gatún.
El administrador del Canal, Jorge
Quijano, asegura que esa situación tenía
preocupado al país dada la importancia
que tiene Gatún en la economía.
El lago, además de proveer agua para
mover unos 13,000 buques que
transitan anualmente por la vía
interoceánica, suple el agua que
consume gran parte de la po-
blación panameña.
En respuesta a esa problemática,
la Autoridad del Canal de Panamá
(ACP) determinó, desde 2001, entrar
de lleno en las zonas de influencia de
la cuenca, incorporar a las comuni-
dades en la búsqueda de soluciones al
deterioro, y, junto con organismos mul-
tilaterales y el sector privado, recon-
vertir el cultivo de café robusta como
alternativa para reforestar el área.
El programa a 20 años, y que re-
querirá una inversión total de $20 mi-
llones, cubrirá un aproximado de 20,000 hectáreas de la cuenca
canalera y ayudará a la captación y almacenamiento de dióxido
de carbono (CO2).
Hoy el desarrollo de ese tipo de cultivos sostenibles ha
cambiado el panorama en la zona, ya que, además de detener la
erosión de las tierras, ha derivado en un negocio rentable para
los productores, que pasaron de fincas de subsistencia a una
industria rentable.
“Más allá de crear una marca de café de alta calidad se ha
logrado que las comunidades aprecien el valor de la tierra,
aprendan a desarrollar cultivos cónsonos con la conservación y
a desarrollar negocios rentables”, afirma Quijano.
La producción del grano se ha convertido en un aliado en el
éxito de la estrategia conservacionista, pero también en un
aliciente para el desarrollo económico de miles de familias.
Así lo visualiza Máximo Núñez, un cafetalero del poblado
de Capira, ubicado en el sector oeste de la cuenca canalera,
quien ha dedicado gran parte de su vida al cultivo del
aromático sin pensar en que podría desarrollar un negocio de
éxito comercial, hasta que tuvo la oportunidad de sumarse a
los programas de manejo.
EMPRESAS
CULTIVO
SOSTENIBLE
•
El cultivo de café robusta, además de detener la erosión de las tierras, ha de-
rivado en un negocio rentable para los productores.
Producción
local
La organización de
cafetaleros de la cuenca
produce actualmente un
total de 1,000 quintales
del grano.