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El Economista
Septiembre - Octubre 2017
Las fianzas
EnEl Salvador las primas de
anzas pasanpor un inusual
crecimiento interanual del 13%
a junio. Los expertos lo adjudi-
cana las inversiones en cons-
trucciónprivada.
POR:
LEONELIBARRA
•
ELSALVADOR
E
n el mundo de los seguros
existe un producto muy
particular que casi siempre
pasa con un discreto com-
portamiento: las anzas; sin
embargo, este año, tienen un positivo
desarrollo que rompe la tendencia.
Una anza no es propiamente un
seguro, pero es similar a un seguro de
caución. Está regulado por el Código de
Comercio por ser un contrato de na-
turaleza mercantil que garantiza la eje-
cución de un contrato principal. Fun-
ciona como respaldo de una compañía
que actúa como un ador solidario
hacia un compromiso que un tercero
adquiere a favor de otra persona.
Las anzas más comunes son las de
oferta (por participación en licitacio-
nes públicas), las de el cumplimiento
(que cumplirá con las condiciones de
compra y venta impuestas en el con-
trato) y de buena obra o calidad (una
vez entregado el producto o proyecto
cubre un plazo en que no se pre-
sentarán desperfectos).
Eduardo Chacón, presidente de La
Central de Seguros y Fianzas, explica
que principalmente es el Estado y en-
tidades gubernamentales los que más las exigen (por man-
damiento de la Ley de Adquisiciones y Contrataciones) para
compras de equipo, insumos o desarrollo de proyectos, con
algunas excepciones de empresas privadas que encargan ma-
quinaria grande, edi caciones o dan anticipos de dinero.
De acuerdo con datos de la Superintendencia del Sistema
Financiero a junio de este año, las primas en el ramo de anzas
eran de $7 millones. Si bien es una cifra pequeña comparada a
otras y es apenas un 2 % de las primas netas, representa un
CAPITAL
RESPALDO
FINANCIERO
“Ahora conel dinamismode la
construcción sí vemos conbuenos ojos
las oportunidades demayor penetración
enotros nichos”.
CARLAVALDÉS,
gerente técnico de seguros generales y anzas
deASESUISA
empiezan
adespertar
