¿Qué medidas están tomando para sopesar este incremento de costos? Acudimos al reciclaje, estamos trabajando con el retorno de los envases de productos masivos e intermedios. Por ejemplo, hemos desplegado una campaña pidiendo el retorno del vidrio, para recibir un fondo de garantía por el mismo. Con esto también está disminuyendo el total del precio que el consumidor paga. Pero sí tenemos que lidiar con el incremento de la materia prima que se importa. Esperemos que el mercado consumidor, al recibir estos incrementos, no afecte su nivel de demanda. Aunque las probabilidades son de que sí lo haga en algunas líneas. Es una dinámica que nos afecta a todos los que llevamos un presupuesto familiar. Obviamente con sus diferencias según los niveles de ingresos. ¿Cuál es el efecto de costos con respecto a la media de mercado? Son variados. En el caso del vidrio, estos han subido en alrededor del 15 %. El efecto inflacionario de la industria en general anda entre el 10 % y el 15 %. Principalmente en todo lo que es empaquetado, etiquetas, cartón corrugado, fletes, combustibles, componentes que tienen que ver con la industria del azúcar. La tarea es tratar de mitigar entre inventarios y nuevos proveedores, ser creativos para tratar de mitigar la pérdida de margen. ¿Ante una coyuntura económica global como la expuesta, ¿cuáles son las perspectivas de crecimiento de ventas para 2 02 3? Entre las sumas y restas prevemos un crecimiento, pero no de la magnitud de los observados en los dos años postpandemia. Este año vamos a estar en el dígito simple. Creemos que Guatemala será afectada por una desaceleración suave moderada, de acuerdo con lo que dicen los economistas. La verdad es que el bolsillo es el que dirá todo. En algunos países de la región se espera que esta situación sea más fuerte que moderada. En Europa, los países impactados por el tema energético y el conflicto bélico van a tener una afectación más fuerte. En Estados Unidos, prevén una recesión moderada. Nosotros vendemos una buena parte en Europa, otra en Estados Unidos, tenemos el mercado de Centroamérica y algo en Sudamérica. Aquí también hay que sumarle la alta conflictividad social, lo que incide en una desaceleración de sus economías, por lo que estamos sujetos a experimentar distintos efectos. Por el contrario, el mercado del “duty-free” y el “global retail” tenderá a ser estable, porque se nutre de los viajeros que regularmente tienen mejores economías. ¿En ese sentido, cómo están en el tema de inversiones programadas? El 2022 también fue un año de alta inversión estimada en un 45 % por encima de lo que regularmente se destina anualmente. Es la más alta que hemos tenido en los últimos años por la construcción de nuestros centros de añejamiento en Río Hondo y Escuintla; una automatización, más aumento de capacidad de esos dos centros, los cuales tomaron mucho capital. En el caso de Escuintla se está terminando a mediados de año. La inversión para este año es un 16 % menos que en el anterior, aunque sigue siendo un porcentaje más alto que en prepandemia. Es moderado porque viendo el contexto mundial de incertidumbre, la tendencia es a cuidar más el “cash”. En el último año, la industria azucarera recibió un buen flujo de inversiones, con la renovación de cosechadoras mecanizadas, tractores, jaulas, entre otros. Es una renovación importante porque el ingenio también ha tenido un buen año, los precios de los “commodities” en general estuvieron buenos y creemos que este año, igual va a ser positivo para el azúcar, por lo que hay que trabajar en eficiencia productiva. La otra línea es la de la destilería. Aquí acabamos de instalar una nueva columna para rones finos, con tecnología top. Además, trabajamos con barricas de vinos especiales y otros destilados que le van a dar un toque distinto a los productos nuevos que vamos a tratar. En noviembre se instalaron nuevas líneas de envasado de productos carbonatados; más veloces y mayor número de latas por minuto. Esto con el fin de ayudar a la demanda creciente que tenemos en estos segmentos. • EL ECONOMISTA/CORTESÍA El mayor de los retos, en general, es la inflación de costos. Los productos que fabricamos ya vienen con un componente de costos más alto”. “Entre las sumas y restas prevemos un crecimiento, pero no de la magnitud de los observados en los dos años postpandemia”. 42 • El Economista www.eleconomista.net Febrero - Marzo 2023 ENTREVISTA LUIS IBÁÑEZ
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