Revista El Economista - Julio 2019
HOMENAJE PÓSTUMO MODA + MODA Brindis París La última despedida al Káiser de lamoda • El Grand Palais fue el lugar para celebrar sus creaciones, este fue el recinto donde el alemán celebró susmás admirados desfiles para Chanel. EL ECONOMISTA/AP 80 • El Economista www.eleconomista.net Julio - Agosto 2019 Elmundode lamodayel espectáculo rindió homenajeenParís al diseñadorKarl Lagerfeld, fallecido el pasado febrero. El evento acogió a susmás cercanos amigos y colaboradores que se despidieronde él sin llantos y con champán. Nada deminutos de silencioni lecturas emotivas para decirle adiós, cuatromeses después de la muerte de una de las figurasmás importantes de lamoda de las últimas décadas. El mismoLagerfeldhabía dejadodichoque no quería grandes funerales ni ceremonias. Quería irse “como los animalillos del bosque”, sindejar rastro, pero, comodijoAnneWintour en el homenaje, en el casodel diseñador es imposible. Unasmil personas asistieron al actode recuerdo dentrodel GrandPalais, donde el alemán celebró susmás admirados desfiles paraChanel desde hacía casi dos décadas. La sala estaba engalanada con imágenes a gran escala del diseñador y con tres enormes pantallas para seguir el acto. En primera fila, susmusas, amigos y colaboradores, orgullosos participantes de un videode casi dos horas de duración creadopor el director canadiense de óperaRobert Carsen. Carsen recuperó algunos de losmejores momentos del Káiser y, por supuesto, sus inmejorables frases: “Yono fumoni bebo y nohe tomadodrogas enmi vida, pero amí me gusta la gente unpoco loca. La gente como yome aburre amorir”, “la personalidad empieza donde acaba la comparación”; o sus consejos: “Hay que ser espontáneo”. En su honor El acto, organizado por las tres grandes casas que, respectivamente, resucitó, salvó y creó (Chanel, Fendi y Karl Lagerfeld), celebró la figura del genio, a quien susmás cercanos describen como alguienmás humano de lo que aparentaba. Las imágenes se fueron intercalando con una serie de lecturas de sus diarios y reflexiones publicadas, de lamano de las actrices Helen Mirren, Tilda Swinton y Cara Delevingne, así como un concierto de piano –instrumento que siempre soñó con saber tocar–, violín, y hasta con la actuación del cantante Pharell Williams, además de dos tangos. Este baile argentino resultó ser una de las pasiones secretas del alemán, que en unmomento de la cinta admite que el cantante Carlos Gardel es como su “rap latino”. Su canción “Por una cabeza” coronó el acto y sirvió para cerrarlo, al tiempo que los camareros abrían las botellas de champán y se aprestaban a rellenar las copas. No podía ser menos, Lagerfeld adoraba las fiestas. • EFE • El acto con- gregó a sus amigosmás cercanos, artis- tas y creativos demoda.
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