Revista El Economista - Julio 2019

El Economista www.eleconomista.net Julio - Agosto 2019 • 57 “La inversión extranjera viene porque tam- bién la inversión nacional está interesada en invertir en su propio país. Se deben crear esas condiciones para que Guatemala tenga la po- sibilidad de atraer a esos inversionistas”, re- calca Amador Carballido, director general de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport). Cada sector tiene sus demandas parti- culares, pero generar las condiciones ade- cuadas para atraer IED e impulsar el cre- cimiento económico sostenido más allá del 3 % y 4 % del producto interno bruto (PIB) es parte de los retos y desafíos que esperan al próximo gobierno. Según una encuesta realizada a directivos empresariales por el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Indus- triales y Financieras (Cacif), la propuesta de los contendientes para la segunda vuelta debe incluir cuatro temas prioritarios que hoy in- ciden negativamente en la actividad empre- sarial: mejorar infraestructura (17.6 %), frenar la corrupción (15.9 %), disminuir la conflic- tividad social (13.6 %) y reforzar la insti- tucionalidad (12.2 %). Para Carrasco es urgente reducir la con- flictividad social que se da en el interior, pues debido a eso, muchas inversiones se han de- tenido, especialmente en la industria extrac- tiva, generación de energía eléctrica (recien- temente la Corte Suprema de Justicia ordenó la suspensión provisional del acuerdo ministerial que autoriza la instalación de la hidroeléctrica Hidro Sala), inclusive proyectos de infraes- tructura que están paralizados como, por ejem- plo, la autopista Escuintla, Puerto Quetzal. Este es el primer proyecto a realizarse por medio del sistema alianzas público-privadas, en la cual se invertirán alrededor de $80 millones. Está adjudicado, pero depende de la aprobación del contrato por parte del Congreso de la República, según la Agencia Nacional de Alian- zas para el Desarrollo de Infraestructura Eco- nómica (Anadie). De igual manera, deben redefinir po- líticas que consoliden la democracia y fortalezcan los lazos entre el Gobierno, el sector privado y la ciudadanía, expone Juan Carlos Tefel, presidente de la cú- pula empresarial y de la Cámara de Industria de Guatemala. A ello hay que agregar la necesidad de mantener la inflación dentro de la línea fijada por la Junta Monetaria (alrededor de 4 %) y vigilar que el tipo de cambio no se mueva con altibajos que pongan en riesgo la estabilidad. A nivel macroeconómico, el primer reto tiene que ver con el crecimiento de la economía, prevista de 3.4 % para este año. Si bien es positivo con respecto a los años anteriores (3.1 % en 2018 y 2.8 % en 2017), no es suficiente, pues Guatemala debe crecer como mínimo a tasas arriba del 4.5 % para poder eliminar las brechas sociales en educación, en salud, en nutrición, en seguridad, saneamiento, entre otras necesidades de la población. Para lograrlo, es necesario aumentar su productividad de modo que se pueda dar ese salto del PIB potencial, explica Sergio Recinos, presidente del Banco de Guatemala (Banguat). “En la parte macroeconómica te- nemos disciplina fiscal, política mo- netaria centrada en precios, se ha logrado la meta de inflación es- tablecida, el sistema financiero es- tá bien capitalizado con una ade- cuada supervisión por parte de la Superintendencia de Bancos. En la par- te externa mantenemos la flexibilidad en el tipo de cambio, reservas monetarias inter- nacionales adecuadas, con un nivel récord de $14,000 millones. Esto actúa como un seguro ante choques externos al país y es algo que valoran mucho los organismos financieros y las cali- ficadoras de riesgo, lo que se le ha denominado estabilidad macrofinanciera, un elemento que es “No se puede dar presupuesto a todos los que lopiden yno se puede bajar la inversión pública por ese aumento de gasto sin mejorar los ingresos fiscales”. JUANCARLOSPAIZ, presidente de Fundesa EL ECONOMISTA/ENRIQUE CANAHUI

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