Revista El Economista - Julio 2019
El Economista www.eleconomista.net Julio - Agosto 2019 • 33 responsabilidad de los hijos sean igual- mente compartidas. Por eso, Margarita Beneke de San- feliú, directora del Centro de Inves- tigación y Estadísticas de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Econó- mico y Social (Fusades), enfatiza que la igualdad laboral o la brecha de género es un tema que importa a hombres y mu- jeres, un tema de sociedad. ¿Quéestápasando? Como si de armar una estructura de Lego se tratase, la brecha de género sigue teniendo piezas grandes y pequeñas, di- fíciles de juntar. Al consultarle, por ejemplo, a la in- vestigadora de CEDLAS cuánto pesa en Latinoamérica y Centroamérica el tema cultural en la brecha de género, su res- puesta es contundente: “Lo cultural es clave para explicar las brechas de género. La mayor parte de la brecha de género en el mercado laboral surge del reparto de- sigual de responsabilidades de cuidado entre hombres y mujeres. Las normas sociales tradicionales asignan a las mu- jeres la responsabilidad del cuidado de los hijos, de los enfermos y ancianos, así como las tareas domésticas”. Para el caso, explica que en Lati- noamérica en promedio los hombres trabajan el doble que las mujeres en el mercado laboral, lo que se estima en unas 40 horas por semana, mientras que las mujeres solo unas 19. La realidad, sin embargo, es drásti- camente la opuesta cuando se cambia el área de trabajo y se pasa a tiempo in- vertido en labores no remuneradas, es decir tareas domésticas y de cuidado. Ahí, las mujeres dedican el triple del tiempo que los hombres. Entonces, según la in- vestigadora, en casi cualquier país del subcontinente, “si comparamos el tiempo total de trabajo, que incluye trabajo re- munerado y no remunerado, las mujeres trabajan más”, concluye. Mónica Flores, presidenta de Man- powerGroup para Latinoamérica, respon- sable de la operación en 18 países, agrega, que en general siguen predominando las P or años, de manera positiva, se ha consignado que la bre- cha de género laboral se está cerrando, poco a poco, que hay avances pero que no es suficiente. Y así es. Según los expertos consultados por El Economista, aún hay mucho que trabajar y muchos obstáculos por vencer para que las mujeres tengan más acceso a educación, al mercado la- boral y a mejores salarios. También afirman que la paridad se logrará cuando existan más mujeres en puestos de poder, que reciban además un pago igual que el de sus pares hombres, y cuando los salarios sean asignados, en igualdad de condiciones, por la capacidad, preparación y desempeño de las personas, sin importar si es hombre o mujer. Y no solamente eso. De acuerdo con Mariana Marchionni, investigadora del Centro de Estudios Distributivos Labo- rales y Sociales (CEDLAS), de la Uni- versidad Nacional de La Plata, Argentina, la paridad se alcanzará también cuando las tareas domésticas, así como el cuidado y la
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