opiniones contrarias, el gobierno del
entonces presidente Álvaro Uribe em-
prendió un largo proceso de lobby me-
diante visitas de empresarios, gremios,
ministros y de él mismo a senadores y
representantes de la nación del norte,
así como con visitas de legisladores
estadounidenses a Colombia, para que
conocieran de primera mano el es-
cenario nacional.
Sin embargo, cuando Juan Manuel
Santos llegó al poder en 2010, el proceso
de aprobación seguía congelado. Para
superar esos escollos, Santos optó por
pactar con el presidente estadouniden-
se, Barack Obama, un aumento en las
garantías a la actividad sindical y pro-
tección a sus dirigentes. Así se calmaron
algunos legisladores demócratas, y solo
cuando la correlación de fuerzas en el
Congreso se inclinó a favor del acuerdo,
la administración Obama decidió en-
viarlo al Capitolio.
El dilatado proceso terminó final-
mente el pasado 21 de octubre, cuando
el mandatario estadounidense firmó la
ley aprobatoria del TLC, con lo cual se
dio inicio a la fase de implementación,
consistente en realizar los ajustes nor-
mativos internos que garanticen que los
dos países cumplirán sus compromisos.
Posteriormente se llevará a cabo el
proceso de intercambio de instrumen-
tos de ratificación y, 60 días después de
dicho trámite, el acuerdo empezará a
regir. El Gobierno colombiano estima
que todo este proceso puede tomar
alrededor de 12meses, de manera que el
TLC operará desde finales de 2012 o
inicios de 2013.
Pero la rúbrica de Obama solo fue un
formalismo. El paso realmente decisivo
fue dado por el Congreso estadouni-
dense el 12 de octubre, cuando la Cá-
mara de Representantes y el Senado
dieron su aprobación al tratado, en una
jornada en la que también se votaron a
favor los firmados con Corea del Sur y
Panamá.
Solo cuando se conocieron los re-
sultados de las votaciones, 262-167 en
la Cámara y 66-33 en el Senado, fue
que en verdad finalizó un tortuoso
período de espera. En total, desde
cuando la Casa Blanca anunció que
iniciaría conversaciones con Colombia hasta la fecha de la
rúbrica de Obama transcurrieron ocho años.
Ante un camino tan lleno de dificultades, el júbilo de Santos
en la noche del 12 de octubre, cuando se dirigió al país tan
pronto el Senado dio su aprobación al tratado, resultó más que
lógico. En esa ocasión, el presidente exclamó: “Hoy es un día
histórico para las relaciones entre Colombia y Estados Unidos,
es un día histórico para la inserción de Colombia en el mundo,
y es un día histórico para los empresarios y los trabajadores
colombianos”.
El acuerdo logrado prevé para Colombia el acceso con cero
gravámenes desde el primer día de vigencia del TLC, para el
98% de sus partidas arancelarias y para el 99% de sus productos
industriales. De esa forma habrá mayor acceso a los bienes de
origen agrícola y agroindustrial, a textiles y confecciones y a
productos de cuero.
“Para frutas, hortalizas, lácteos, cárnicos y tabaco se abre
un gran campo de acción. También para flores, azúcar y sus
derivados, etanol, aceite de palma y sus derivados, pre-
paraciones alimenticias, pastas y galletería, cacao y cho-
colate, panela, hierbas aromáticas, café y algodón, productos
para los cuales se obtuvieronmejores condiciones de acceso”,
explicó el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergio
Díaz-Granados.
Estados Unidos otorgó, además, a Colombia contingentes
libres de arancel de 4,000 toneladas de tabaco, 50,000 de azúcar,
5,000 de carne de bovino y 9,000 de productos lácteos. Para la
agroindustria, los beneficios se extienden a grasas y aceites
elaborados a partir de palma.
El sector de textiles y confecciones, sostiene el ministro,
“será uno de los más beneficiados puesto que las preferencias
obtenidas incluyen ropa interior femenina, vestidos de baño y
moda en general; además quedaron cubiertos renglones como
las confecciones para el hogar, con lo cual se abrirán nuevas
líneas de exportación”.
También habrá acceso irrestricto para el rubro de las
cerámicas para baños y cocinas. El ministro destaca también el
caso del calzado y los artículos de cuero, que ampliaron las
preferencias que ya tenían con el Atpdea (acuerdo de pre-
ferencias arancelarias que se prorrogó hasta julio de 2013).
En cuanto a Estados Unidos, el 76% de sus bienes y el 81.8%
de sus productos industriales tendrá acceso pleno sin aranceles,
desde la hora cero del acuerdo. Según el Ministerio de
Comercio, el 92.5% de dichos bienes corresponde a materias
primas y bienes de capital que no se fabrican en Colombia.
Otros rubros industriales, como papel, tintas, productos de
hierro y acero, vidrios y partes para vehículos, tendrán plazos de
desgravación a cinco años. Para la producción de los subsectores
plástico y petroquímico, los aranceles se desgravarán en un
plazo de siete años.
En el caso del agro, se acordaron mecanismos de protección
como salvaguardias automáticas, mayores plazos de desgra-
vación, contingentes arancelarios y plazos de gracia que se
aplicarán a los renglones más sensibles para Colombia, como el
arroz y el sector avícola.
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