Page 137 - EE-Noviembre

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fabricantes nacionales.
El ejecutivo de Felix B. Maduro,
Gustavo Plata, coincide en que en Pa-
namá nunca hubo una producción ma-
siva de juguetes, salvo por contadas
excepciones de “una que otra compañía
comercializando juegos de mesa, pe-
luches o muñecas de trapo”.
Aun así, Gordón sugiere que el fe-
nómeno de la importación redundó en
ciertas ventajas para los consumidores,
entre las que apunta la variedad, los
precios y la disponibilidad de marcas
famosas.
Esa peculiar configuración ha hecho
que la mayoría de los juguetes que se
venden en el mercado interno y los que
también son reexportados desde la Zo-
na Libre de Colón (ZLC) provengan en
su mayoría de países como China, Viet-
man, Japón, España, Italia, México y
Estados Unidos.
La ZLC, que sí lleva registros ofi-
ciales del movimiento de este tipo de
mercancías, da una idea, aunque sea
limitada, de su impacto.
Según sus estadísticas, en sus re-
cintos operan actualmente 35 impor-
tadoras. Durante 2010, sus compras en
conjunto al exterior alcanzaron los
$34,618,857. En ese mismo período,
dichas compañías reexportaron, hacia
países del Caribe, Centro y Suramérica
$40,095,163 en juguetes una cifra que
esperan rebasar en 2011 dada la re-
cuperación de las economías latinoa-
mericanas, que son sus mayores com-
pradores, según algunos empresarios
consultados.
Aunque desde la ZLC también
se suple a firmas que operan en el
mercado interno panameño, muchas
prefieren realizar las compras en for-
ma directa con los productores
internacionales.
Tal es el caso de Felix B. Maduro, que
adquiere cantidades mínimas en la re-
ferida zona y, según sus representantes,
solo porque algunos de sus proveedores
han trasladado sus oficinas a Colón para
bajar los costos logísticos.
“Por esemotivo estamos comprando
allí, pero solamente mercancía de mar-
ca. Nada de mercancía de “open mar-
ket” (productos sin marca que ofrecen
en todas partes en
Asia)”, explica Gus-
tavo Plata.
Para las empresas
que comercializan
juguetes, la Navi-
dad es, obviamente, el momento ideal
en el que las ventas se elevan im-
pulsadas en buena medida por una
mayor circulación de efectivo, prove-
niente de ahorros especiales, bonifi-
caciones y aguinaldos.
No es para menos. El año pasado,
únicamente contando los ahorros de
cooperativas, los del Banco Nacional y
los de la Caja de Ahorro la cifra superó
los $200 millones.
El fuerte crecimiento económico del
país, que durante el segundo trimestre
registró un 11.4%, hace prever una
mayor disponibilidad de efectivo du-
rante la temporada de 2011, algo que
resultaría benéfico para el comercio en
general y para el de este tipo de pro-
ductos en particular.
Pero si bien diciembre sigue siendo
el punto álgido, los comerciantes han
aplicado cada vez más agresivas es-
trategias con el objetivo de atraer
consumidores desde inicios del úl-
timo trimestre del año.
A los almacenes que habilitan áreas
de recreo para los niños se han sumado,
asimismo, otras prácticas de mercadeo
como los baratillos realizados, por
ejemplo, por la cadena Toyland, donde
los consumidores pueden comprar de
manera anticipada y a precios más
bajos que en los días cercanos a la
Nochebuena.
De la misma forma se han incor-
porado las noches de compras durante
las cuales hay remates de juguetes y se
habilita los abonos de mercancía, que
por lo general son del 20% al 25% del
precio total del producto. El resto del
monto, que debe ser pagado en su
totalidad, al menos una semana antes
de la Navidad, es dividido en cuotas.
Otros como Felix B. Maduro apues-
tan mucho a los catálogos, que con-
tienen las ofertas y las novedades de
temporada, y que comienzan a circular
desde octubre.
Plata reconoce que otro recurso
importante a explotar este año
serán las redes sociales (Facebook y
Twitter, sobre todo), donde podrán
tener una mayor cercanía con sus
consumidores.
Con eso, el calor en el mercado de
juguetes está garantizado. Los juga-
dores toman sus puestos.
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