Revista El Economista - Julio 2019

14 • El Economista www.eleconomista.net Julio - Agosto 2019 Pequeñospasos para lasbolsas Losmercados de capitales de Centroamérica continúandan- do algunos avances enel pro- cesode regionalizaciónde las operaciones de los emisores de instrumentos. POR: LEONELIBARRA • CENTROAMÉRICA L os puestos de bolsa, emi- sores, inversionistas y es- tructuradores de Centroa- mérica y el Caribe suman esfuerzos en vista a la uni- ficación de sus operaciones y el cre- cimiento de los mercados de capitales; sin embargo, los avances no son tan rápidos como desearían. Esa fue una de las conclusiones a las que se llegó durante el II Foro In- ternacional de Emisores de Mercados de Valores de las Américas, realizado recientemente en Costa Rica, y abrió la puerta para que nuevos emisores y participantes se integren a la Asociación de Mercados de Capitales de las Américas (AMER- CA), que incluye las bolsas de Costa Rica, El Salvador, Gua- temala, Honduras, Nicaragua, Panamá, República Dominicana y Ecuador (Bolsa de Quito y Bolsa de Guayaquil). Uno de los objetivos del foro era conectar a los participantes de todos los mercados. Más de 500 reuniones se desarrollaron durante el encuentro al que asistieron 38 puestos de bolsa, 18 emisores, 15 entidades bancarias, 8 fondos de inversión y 5 operadoras de pensiones. José Brenes, director general de la Bolsa Nacional de Valores de Costa Rica, afirma que el modelo de AMERCA privilegia que la liquidez se mantenga en el mercado de origen y cuando hay emisores que toman la decisión de inscribirse en otros mer- cados, se busca ampliar la base de inversionistas. Brenes considera que su país ha avanzado “de manera importante en la infraestructura que apoya las operaciones transfronterizas centralizandomás acuerdos”. En Costa Rica, se requiere una modificación legal que reconozca la figura del CAPITAL BOLSAS INTEGRADAS • Durante el Foro Internacional de Emisores deMercados deValores de las Américas que se llevó a cabo enCostaRica, se desarrollaronmás de 500 reuniones. EL ECONOMISTA/CORTESÍA