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Es decir, el espectacular crecimiento
de las ventas colombianas no se debió a
la conquista de nuevos nichos de mer-
cado ni a una diversificación de bienes,
sino a que los ticos se convirtieron en
nuevos clientes para su crudo.
Al excluir al petróleo y sus derivados,
las exportaciones sumaron en 2010 solo
$264 millones. De dicha cifra, la mayor
parte corresponde a manufacturas
(80%), prendas de vestir, bienes de la
agroindustria y servicios.
Donde es más notorio, incluso, que
Colombia no conoce al referido mer-
cado es en la comparación de sus ventas
respecto del total de compras de ese
país. En 2010, Costa Rica efectuó im-
portaciones por $13,920 millones, lo
cual significa que los productos co-
lombianos representaron, ese año, solo
el 3.3% de ese mercado. China, que
hasta hace cuatro años ni siquiera tenía
relaciones diplomáticas con Costa Rica,
ya dobla la participación de la nación
suramericana.
Si el comercio entre los dos países
se mira desde la óptica de las im-
portaciones colombianas, el resultado
no es más alentador: el año anterior
solo sumaron $52 millones.
Es también revelador que la in-
versión colombiana en ese país haya
escasamente sumado $126 millones
en la década de 2000 a 2010. En el
mismo lapso, la costarricense fue ape-
nas de $69 millones.
El único convenio vigente entre los
dos países es el Acuerdo de Alcance
Parcial de San José, de 1984, que con-
templa preferencias arancelarias otor-
gadas por Colombia para 26 productos,
pero sin ninguna reciprocidad por parte
de los ticos. En contraste, Costa Rica
tiene siete tratados de libre comercio
vigentes.
Grandesoportunidades
Si la idea de un TLC se concreta fi-
nalmente, los exportadores de ambos
países podrán beneficiarse de prefe-
rencias para la mayor parte del universo
arancelario. Y ya hay
quienes estudian ese
mercado, aún sin con-
tar con el tratado. Por
ejemplo, la Cámara de
Comercio de Bogotá
(CCB) realizó un de-
tallado análisis del mercado tico, en-
focándose en encontrar rubros espe-
cíficos en los que hay buenas opor-
tunidades, ya sea para abrir espacios o
para aumentar la presencia actual.
La CCB encontró que hay renglones
en los que por calidad en la producción
los colombianos pueden tenermuy bue-
nas opciones de ganar espacios para sus
exportaciones, como perfumería, ma-
quillaje, baldosas, productos demármol,
calzado, bolsas plásticas y libros, en los
que además Estados Unidos y México
tienen aranceles mucho menores.
El ejercicio de la CCB, aunque li-
mitado a pocos renglones, es una evi-
dencia de que los exportadores co-
lombianos pueden competir en Costa
Rica. Sin embargo, el primer escollo es
que todavía no conocen el mercado. Por
eso, un TLC podría ser una herramienta
para cambiar la historia.
La Cámara de Comercio de Bogotá ya ha identificado algunos campos donde los exportadores colombianos podrían lograr un importante éxito en Costa Rica.
“Para 2014 tendremos 13 tratados de libre
comerciovigentes con 50países.”
SERGIODÍAZ-GRANADOS,
ministro colombianode Comercio,
Industria yTurismo
El Economista
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Enero - Febrero 2012
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