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Ñ
Ó
Ó
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uando se habla del na-
cimiento, crecimiento e
integración a la globali-
zación del sistema finan-
ciero en El Salvador, de
inmediato salta una entidad que se ha
convertido en referente de esta cam-
biante historia: Banco Salvadoreño,
ahora HSBC El Salvador.
Fue el 5 de enero de 1885 que se
fundó en la capital el Banco Particular
de El Salvador, convirtiéndose en la
segunda institución financiera estable-
cida en el país. Esta fue creada por una
concesión del Ministerio de Fomento a
Mauricio Duke y Francisco Camacho.
Fue creado en un principio con el
objetivo de brindar apoyo al creci-
miento de la actividad agrícola y a la
expansión de los mercados interna-
cionales en años en los que el cultivo
del café y del azúcar tuvieron un gran
crecimiento. Así semantendría durante
las primeras décadas del siglo XX.
El 12 de diciembre de 1891, Banco
Particular cambió su nombre a Banco
Salvadoreño e inauguró un local frente
a la plaza Morazán, en pleno centro
capitalino.
Ese mismo año empezó a emitir
billetes pagaderos a la vista del por-
tador con dicha marca comercial y se le
autorizó para negociar con el Banco Internacional un permiso
para que sus billetes tuvieran curso legal a partir de 1899.
Además, se le otorgó una concesión por 25 años, se fijó un
capital por 400,000 pesos, se le autorizó abrir sucursales en el
país o fuera de él y a conservar en sus arcas al menos el 40% de
oro como respaldo de sus emisiones monetarias.
Como dato histórico, uno de sus accionistas minoritarios fue
el poeta nicaragüense Rubén Darío.