Aunque atenerse a las cifras globales
puede diluir las tonalidades del asunto.
La geografía sí importa. En el caso
hondureño, algunas aseguradoras están
abandonando San Pedro Sula, al norte
del país, huyendo de los altos índices
delincuenciales.
“De cada 10 vehículos asegurados
que se roban, siete son de San Pedro
Sula. ¿Qué han hecho las compañías? Se
han salido de esa área”, afirma Mar-
tínez, de CAHDA.
EnMéxico, hay compañías que optan
por retirarse de los estados del norte,
afectados por la escalada de crimi-
nalidad y el “riesgo moral”, es decir, de
fraudes.
“La inseguridad tiene un impacto
importante para hacer negocios en al-
gunas partes de México, hoy en día, no
es fácil”, dice Horst Agata, director
general de General Re Insurance.
General Re no cubre terrorismo, dice
Agata, pero este factor está comenzando
a ganar peso. “Hay que medir en qué
nivel vamos a trabajar ahí”, apunta.
El caso emblemático del ataque al Casino Royal, en Mon-
terrey, está teniendo impacto psicológico en la demanda,
reconoció por su lado la Asociación Mexicana de Agentes de
Seguros y Fianzas (Amasfac), en septiembre.
Una ola de preocupación que tarde o temprano llegará a
Centroamérica. Según Aguilar, en Guatemala ya se incluye el
terrorismo en la mayoría de pólizas de responsabilidad civil,
incendio y terremoto, como un valor agregado.
“Los efectos son casi nulos, pero con lo que está pasando
probablemente esas condiciones sufran ciertas características y
las empresas pondrán mucha más atención a esa cláusula”,
reflexiona el titular de AGIS.
“Ahí ya viene el tema de diferenciar qué considera te-
rrorismo, narcotráfico, criminalidad y los actos de terrorismo
por organizaciones que no son terroristas. Es complicado”,
apunta por su lado Martínez, de CAHDA.
Lo más probable en el futuro es que las reaseguradoras
comiencen a ajustar los precios al alza en los renglones conmás
siniestralidad y esto presione incrementos a los clientes de
la región.
Aunque en Centroamérica un mayor riesgo no siempre
corresponde a un pago de mayor prima, debido a la alta
competencia en estos mercados. Este se convierte un punto
vulnerable en las aseguradoras.
“Las altas tasas de siniestralidad no se suscriben de
acuerdo al riesgo, la misma competitividad del mercado hace
que las tasas no sean adecuadas”, analiza Recinos, analista de
Fitch Ratings.
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