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equeños detalles pueden
cambiar completamente la
historia. José J. Simán y su
esposa Natalia procedían
de Palestina y emigraron a
causa de la Primera Guerra Mundial. Al
principio llegan a Barranquilla, Colom-
bia, pero el clima no era favorable para su
salud y se mudaron junto a sus 10 hijos a
un pequeño país que anteriormente ha-
bía visitado por cuestiones de negocios:
El Salvador.
Con apoyo de sus cuatro hijos, su
amigo Rafael Maldonado y al amparo de
la Santísima e Inmaculada Concepción
de la Virgen María y con el Sagrado
Corazón de Jesús como santo patrono,
por una arraigada tradición familiar, es-
tablecieron un pequeño almacén bajo el
nombre de José J. Simán e Hijos.
Este primer local de 300 metros cua-
drados en el centro de San Salvador abrió
en diciembre de 1921. Noventa años
después se ha convertido en una de las
cadenas de tiendas por departamentos
más importantes de Centroamérica.
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Ó
Ñ