Page 19 - EE-Diciembre

This is a SEO version of EE-Diciembre. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »
á
é
í
os metales preciosos han
estado ligados al augurio
desde la antigüedad. En si-
glos anteriores a Cristo, los
espejos pulidos elaborados
con oro, plata u otros metales servían
para satisfacer las consultas de griegos y
romanos antes de emprender un viaje,
una conquista o incluso un negocio.
En la Europa del siglo XVIII, el
péndulo de oro se convirtió en una
herramienta para predecir la buena o
mala suerte... En la actualidad, los me-
tales preciosos siguen ligados al augurio,
pero en una aceptación alejada del
esoterismo.
Hoy, la cotización de los minerales
en las principales plazas bursátiles mide
el pulso de la economía mundial.
Los metales preciosos se consideran
inversiones llamadas refugio, como res-
paldo de última instancia: haya hipe-
rinflación, guerras o crisis de cualquier
dimensión, el oro regirá hasta el final.
Por eso mismo, en agosto y sep-
tiembre, el precio del mineral dorado
sobrepasó los $1,900 por onza, en los
distintos mercados del mundo, justo en
el marco de las dudas sobre la falta de
acuerdo del Congreso de Estados Uni-
dos para contratar nuevos préstamos,
que hubiera desencadenado un “de-
fault”, la incertidumbre por Grecia y el
mundo árabe.
No obstante, desde finales de sep-
tiembre, su valor retrocedió drástica-
mente hasta $1,600 por onza, para luego
entrar en una banda entre $1,600 y
$1,800, al menos hasta el cierre de
noviembre.
Iván Juárez, analista senior de la casa
de bolsa Servicios Generales Bursátiles,
de El Salvador, cree que la cotización de
los metales preciosos se volvió un re-
fugio para los inversores, pero desde el
último trimestre del año adquirió vo-
latilidad, con la diná-
mica de un mercado
de riesgo.
“El precio del oro
llegó tan alto, rumbo a
los $2,000 por onza,
que el mercado co-
menzó a interpretar
que estaba llegando a
un techo. Así que muchos optaron por
salirse y recuperar su dinero”, plantea el
analista.
La debilidad del dólar estadounidense
fue otro aliciente para privilegiar al rey de
los metales. Pero una vez se fortaleció la
moneda ante el euro, los inversionistas
encontraron un nuevo refugio.
También existe un interés más mar-
cado por vender oro, sobre todo de
inversionistas que afrontaron pérdidas y
necesitan liquidez a finales de año.
“La gran subida ya se dio, de aquí
adelante tendrías que estar proyectando
unescenariobastante catastróficopara que
siga subiendo”, valora por su lado el gua-
temalteco Paulo de León, analista de eco-
nomía internacional y finanzas de Central
American Business Intelligente (CABI).
Pero la historia del oro no ha quedado
en la repentina corrección del mercado.
Los bancos centrales de Europa y eco-
nomías emergentes aprovecharon el des-
censo en la cotización metal para abas-
tecerse de productos.
El Consejo Mundial del Oro (WGC,
por sus siglas en inglés) reveló que los
bancos centrales compraron oro al ma-
yor ritmo registrado en 20 años, en el
tercer trimestre del año.
Por razones de confidencialidad, el
WGC mantuvo en secreto los bancos
que viven la fiebre del elemento quí-
mico 79.
La demanda mundial se situó en
468.1 toneladas. Europa representó el
30% de la demanda global, motivado
sobre todo por las compras de Alemania
y Francia. El interés europeo por ha-
cerse de lingotes y monedas de oro
subió 118.1%.
Marcos Grubb, director gerente del
WGC, dice que Europa le arrebató el
primer lugar de la demanda a Asia por
primera vez en cinco trimestres.
En cuanto a Asia, China subió más
las adquisiciones para elaborar joyería,
mientras que la India disminuyó un
26% su apetito por el metal dorado.
¿Qué significa la fiebre por el oro de
los bancos centrales? Juárez cree que
una posible explicación se debe a que
Europa se está preparando con más
reservas para soportar mejor las pre-
siones inflacionarias que se crearán con
la inyección de miles de millones de
euros en rescates financieros.
El oro no está solo en esta cruzada de
los inversionistas. También la plata sacó
a relucir su armadura más brillante
como refugio, recuperando sus mejores
precios de finales de los setenta.
La onza de plata inició un rally
que lo elevó de $10 —a inicios de
2009— a casi $50 este año en los
mercados internacionales, según un
estudio de The Silver Institute, ela-