El Economista - Abril de 2023

28 • El Economista www.eleconomista.net Abril - Mayo 2023 ¿Y qué sigue para Guatemala? POR CARLOS ALVARADO, COORDINADOR DE RELACIONES ACADÉMICAS DEL ICEFI. ESTE MES, ELFON D O MONETARIO INTERNACIONAL (FMI) PUBLICÓ SU INFORME SOBRE LASPERSPECTIVAS DE LA ECONOMÍA MUNDIAL , AL CUAL TITULÓUNA RECUPERACIÓN ACCIDENTADA . El FMI redujo el ritmo proyectado de crecimiento económico para la economía mundial desde 3.4 % en 2022 hasta 2.8 % en 2023 para estabilizarse en 3.0 % en 2024. Para el caso de Latinoamérica y el Caribe, se estima un crecimiento de 4.0 % en 2022, mientras que la proyección de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) es de 1.6 % y de 2.2 % para 2023 y para 2024, respectivamente. Además, se estima que la economía guatemalteca haya alcanzado un crecimiento de 4.0 % en 2022, mientras que sus proyecciones de crecimiento para 2022 y para 2023 se ubican en 3.4 % y 3.5 %, respectivamente. En materia de precios, la inflación en los países de Latinoamérica y el Caribe alcanzó 14.7 % en 2022 y se proyecta que la variación interanual de los precios vaya cediendo de forma lenta ubicándose en 11.8 % en 2023 y en 7.7 % en 2024. En Guatemala, los precios registraron un incremento de 9.2 % en 2022 y el FMI proyecta que para 2023 alcancen un crecimiento de 6.4 % mientras que para 2024 dicha proyección se ubica en 5.0 %. Si bien la proyección del crecimiento de precios es decreciente, la disminución se prevé lenta, pues la persistencia inflacionaria está durando más de lo esperado, como consecuencia de las recientes turbulencias en los mercados financieros a nivel mundial, principalmente. Si bien el panorama general que pinta el informe del FMI es sombrío pues proyecta que el crecimiento mundial se desacelerará, tanto a corto como a medio plazo, para el caso de Guatemala las proyecciones de crecimiento se ubican por encima del promedio mundial para 2023 mientras que las de inflación son bastante menores. En esa línea, el Banco de Guatemala ha proyectado un crecimiento económico de entre 2.5 % y 4.5 % para 2023, mientras que su proyección de inflación se ubica en 5.0 %. Aun así, los riesgos asociados a dichas proyecciones se encuentran sesgados a la baja, ya que las condiciones financieras internacionales están siendo restrictivas, las tensiones geopolíticas pueden prolongarse más de lo esperado, las turbulencias en los mercados financieros podrían intensificarse y los problemas de deuda soberana (bajo un contexto de bajo crecimiento y alto costo de endeudamiento) podrían extenderse. Derivado de lo anterior, el FMI señala que las autoridades tienen un espacio estrecho para minimizar los riesgos mencionados. Por un lado, los bancos centrales han incrementado sus tasas de interés de referencia y han ajustado los instrumentos que poseen para contrarrestar los incrementos de precios. Dichas acciones han empezado a disminuir las presiones inflacionarias, aunque las medidas subyacentes de inflación han mostrado una persistencia más allá de la habitual. Por otro lado, la institución financiera señala que las autoridades fiscales deben apoyar los esfuerzos de la autoridad monetaria para atenuar los efectos inflacionarios mediante instrumentos que permitan apoyar a los hogares más afectados, permitiendo que los estabilizadores automáticos operen plenamente, pero con responsabilidad. En Guatemala, 2023 es un año electoral que está caracterizándose por una intensa actividad política, que repercutirá en el plano económico, en medio de un escenario altamente polarizado. La sociedad guatemalteca está muy permeable e influenciable a lo que pasa día a día en el terreno electoral, debido a la poca institucionalización que han mostrado los partidos políticos, manifestada en su elevado número. De ahí que la participación de numerosos candidatos a cargos de elección popular, lejos de legitimar la débil democracia guatemalteca, la fragmenta. Adicionalmente, ante una sociedad caracterizada por élites fuertes, una democracia débil y poca independencia de poderes, tal como lo muestra el Índice de democracia global de la revista The Economist, se visualiza una dinámica autoritaria en el ejercicio del poder. Sumado a lo anterior, la baja capacidad de la gestión pública solamente ahonda la visión ciudadana de pérdida de legitimidad del poder público, erosionando el tejido social y conformando ciudadanos apáticos al quehacer público. De ahí que esta característica sume a los riesgos que la economía guatemalteca enfrente pues la elección de presidente y vicepresidente, de diputados y de corporaciones municipales será clave para el futuro económico del país. Con todo y lo acontecido en el plano político y económico, se espera que el proceso electoral se desarrolle en un marco de tranquilidad, en el que se respeten los marcos jurídicos que han sido creados para el efecto. Cabe resaltar que la ciudadanía debe ser cuidadosa en la elección, principalmente, de aquellos que los representarán en el Congreso de la República pues es ahí donde se manifiesta el poder de los pesos y contrapesos políticos. Por tanto, el desempeño de mediano y largo plazo para la economía guatemalteca se estará determinando a lo largo de 2023, en el que la sociedad elegirá a sus representantes, quienes tomarán las decisiones de política que se transformen en acciones que son de interés nacional. •

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