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Febrero - Marzo 2012
de cacao como materia prima en el
istmo siga aumentando.
En El Salvador, la chocolatería Ca-
caoterra, división de la compañía Et-
cétera, que produce las marcas Shaw's
Mayaland y Cacaoterra, ha aumentado
sus ventas en un 12% desde 2008.
Jon Quirós, presidente de la com-
pañía, comenta que actualmente la fá-
brica de chocolates necesita unas 15 t de
cacao cada mes, cantidad que ha ido
aumentando y que en su gran mayoría
es importado.
A escala global, la demanda de cacao
se recuperó en la temporada 2009/2010.
La ICCO calculó que, en el marco de una
mejora de la situación económica mun-
dial y del aumento un un 4.8% en el
consumo de las moliendas (un indi-
cador indirecto), la demanda alcanzó los
3.66 millones de toneladas.
Sin embargo, esta continúa inferior
previo a la crisis, cuando el nivel más
alto de demanda fue de 3.75 millones de
toneladas registradas en 2007/2008.
Las oportunidades de mercado para
este producto son grandes.
Solamente las organizaciones que
pertenecen al Proyecto Cacao Centroa-
mérica exportaron para la cosecha
2010-2011 unas 906 t, recibiendo $2.9
millones.
Actualmente, los principales desti-
nos del cacao centroamericano son Es-
tados Unidos, Alemania y Suiza.
Laapuestadecalidad
Algunos productores del istmo buscan
colocar su producción en el pequeño
mercado de cacao fino de aroma (cacaos
criollos y algunos tipos de trinitarios), el
cual representa solo el 5% del mercado
global y son la base para fabricar los
mejores chocolates.
Rafael Trigueros, presidente de
ES-CACAO, explica: “La gran oportu-
nidad que tiene El Salvador y Cen-
troamérica es que somos el origen de los
cacaos criollos desde el tiempo de los
mayas y son los de mejor calidad”.
Su apuesta es renacer el cultivo con
los cacaos finos originales de esa ci-
vilización mesoamericana; para ello la
cooperativa investiga cacaos criollos y
trae variedades de trinitarios finos para
desarrollar la nueva producción de ca-
cao salvadoreña.
La retribución en precio, comenta
Trigueros, puede hasta duplicar el pre-
cio del cacao tradicional.
Por su parte, Juan Pablo Buchert,
presidente de la Cámara Nacional de
Cacao Fino de Costa Rica -conformada
por más de 50 productores y aso-
ciaciones que representan a más de
1,500 agricultores-, señala que los pro-
ductores de esta tipo de cacao “se
mantienen al margen del vaivén de
precios y logran colocar su producción a
precios con prima”.
Los compradores, dice Trigueros, es-
tán ansiosos por recibir el cacao cen-
troamericano. Mientras espera obtener
las primeras cosechas, la cooperativa se
prepara y capacita en las mejores prác-
ticas para suplir al mercado local y
participar en el pequeño mercado de
cacaos finos de aroma. Poco a poco, la
región se alista para ser la proveedora de
las fábricas de chocolates del mundo.
MACRO
MÁS
CACAO
NUEVATECNOLOGÍA
Dentro de las apuestas de la salvadoreña
ES-CACAOseencuentra la incorporaciónde
nueva tecnología que permita incrementar
la producción de cacao. La cooperativa tra-
baja por garantizar el material genético y los
manejos agronómicos y de poscosecha.