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Febrero - Marzo 2012
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ara muchas personas alrededor del planeta, dar
un sorbo o un mordisco a un chocolate es tocar el
cielo. Y quizá tengan razón. La base de este
alimento, el cacao, tiene el nombre científico
Theobroma cacao, que en griego significa “ali-
mento de los dioses”.
Este es un cultivo milenario en la tierra centroamericana.
Civilizaciones afincadas en esta región, como los mayas, con-
sumieron su fruto y hasta lo emplearon como moneda.
Aunque en la historia reciente su cultivo se redujo en el istmo,
dejando la batuta cacaotera al continente africano, ahora existen
agriculturores entusiastas que buscan impulsarlo.
Son muchos los beneficios de la siembra del cacao, desde
ambientales, culturales y económicos, según el Centro Agro-
nómico Tropical de Investigación y Enseñanza (Catie).
Esta institución, que coordina el Proyecto Cacao Cen-
troamérica (PCC), señala que este producto regional tiene
características competitivas como su calidad, aroma y bio-
diversidad, las cuales han abierto relaciones comerciales con
empresas, principalmente europeas, para posicionarse en los
mercados gourmet.
Centroamérica producemás de 6,000 toneladasmétricas (t) de
cacao, el mayor productor es Guatemala con unas 2,000 t. Le sigue
Nicaragua, con 1,700 t; Honduras, con 852 t; Costa Rica y Panamá,
con 600 t; El Salvador con unas 200 t y Belice con unas 30 t.
Y aunque en los primeros dos casos los números parecieran
grandes, la producción regional es mínima y solo cubre el 0.16%
de la demanda mundial.
La Organización Internacional de Cacao (ICCO, por sus
siglas en inglés) ha registrado un aumento en la producción
global. Las proyecciones de la entidad señalaban un in-
cremento de 17% para la cosecha 2010/2011, cerrando esta en
4.25 millones de toneladas.
En la temporada previa, 2009/2010, la producción mundial
fue de 3.63 millones de toneladas. De acuerdo con el último
reporte anual de la ICCO, en esa cosecha, África mantenía su
posición de principal productor de cacao en el mundo, con una
cuota del 68%, seguida de Asia yOceanía, con un 18%, y América
con un 14%.
Por su parte, el precio se mantiene aún alto pese a que el
actual difiere al promedio mensual pico, registrado en enero de
2010 ($3,525.12 por tonelada). Según estadísticas de la ICCO, en
diciembre de 2011 el valor promedio fue de $2,196.85, monto
que aún casi duplica al de principios de 2006: $1,577.78.
Los buenos precios entusiasman a los cacaoteros de Cen-
troamérica. La coordinadora regional del PCC, Marylin Vi-
llalobos, señala que en un futuro próximo se espera que la
producción de cacao incremente en el istmo tras la ampliación
del área de cultivo como un efecto del aumento de precios a
escala internacional, además por el desarrollo de material
vegetativo resistente a enfermedades y el apoyo de un marco
interinstitucional.
Honduras es un ejemplo de este fenómeno; en 2010, este país
tenía 380 hectáreas renovadas y con plantaciones nuevas. De la
misma manera, Nicaragua y Costa Rica han aumentado el
bosque cacaotero.
En El Salvador, donde el cultivo ha estado rezagado, la
cooperativa ES-CACAO, fundada en 2009 y conformada ac-
tualmente por 34 productores, desarrolla un proyecto para
aumentar el área cacaotera en el país. El proyecto partió de cero
manzanas y espera cultivar unas 1,000 manzanas para 2016, es
decir unos 780,000 árboles. Este 2012 finalizará con unos
80,000 sembrados.
Por su parte, el Gobierno salvadoreño ha incorporado este
cultivo dentro de su Programa de Agricultura Familiar, lo que
supone apoyo estatal al resurgimiento del cacao.
Para El Salvador, el cacao presenta una nueva oportunidad.
Amy Angel, gerente de la sección de Recursos Naturales de la
Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social
(Fusades), señala que este cultivo puede ser un sustituto, por
ejemplo, de los cafetales de bajío que no producen con la
cantidad y calidad deseada.
Una mayor producción regional de cacao sería dirigida
también a satisfacer más los mercados locales. En países como
Guatemala y El Salvador, la producción no alcanza para
satisfacer la demanda local, por lo que se importa producto
desde Nicaragua y Honduras, en este último país la demanda es
mínima. Por su parte, la mayoría del cacao costarricense se
destina a la exportación.
En la región, en los últimos años han surgido micro y
pequeñas empresas que industrializan y comercializan pro-
ductos a base de cacao, por lo que se esperaría que la necesidad
6,000
toneladasmétri-
casdecacaopro-
ducen lospaíses
deC.A.
0.16%
es laproducción
regional enrela-
cióna lademanda
mundial.
“La granoportunidadque tiene El
Salvador yCentroamérica es que somos
el origende los cacaos criollos.”
RAFAELTRIGUEROS,
presidente de ES-CACAO