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sistema general de salud; construimos
250,000 viviendas; llevamos el servicio
de gas domiciliario a 340,000 nuevos
hogares; vinculamos cerca de 50,000
hogares al sistema eléctrico interco-
nectado; hay 1.5 millones de conexiones
nuevas de internet de banda ancha, y
315 nuevas cabeceras municipales con
cobertura de fibra óptica”.
Un cimiento necesario para impulsar
todo ese crecimiento y evitar el de-
terioro del ingreso real de la población
“El grado de inversión es un re-
conocimiento al buen desempeño de la
economía colombiana, la solidez fiscal,
el plan económico y fiscal del Gobierno
y a las perspectivas de crecimiento de
nuestra economía. Y augura cosas muy
buenas para el país”, dijo el ministro de
Hacienda Juan Carlos Echeverry.
En el club de los latinoamericanos
con grado de inversión, Colombia se
unió a Chile, México, Brasil, Perú, Pa-
namá y Costa Rica.
El augurio de Echeverry pareció ser
cierto no solo por las cifras de la
inversión externa, sino porque, al cie-
rre del tercer trimestre del año pa-
sado, el crecimiento de la economía se
situó en 7.7%; y las estimaciones ofi-
ciales y privadas lo calculan, para todo
2011, en 5.5%, por encima de los
pronósticos de los tanques de pen-
samiento, que al iniciar el año va-
ticinaban no más de 2%. El Producto
Interno Bruto (PIB) de Colombia ya
supera los $335,000 millones.
Crecer más de 5% es bueno para una
economía que sufrió, en 2009, el bache
de la crisis financiera internacional,
pero aún insuficiente para las nece-
sidades de impulsar su desarrollo social.
Con todo, en ese campo también ha
habido avances notorios, como en el
caso del empleo, cuyo comportamiento
ha sido tradicionalmente desalentador
en la última década. El año pasado, sin
embargo, el índice de desocupación
cayó en el segundo semestre a 9%, una
cifra que, aunque aún alta, significa una
notoria mejoría para un país que en ese
rubro no podía bajar de los dos dígitos.
“No más con la Ley de Primer Empleo,
cerca de 400,000 menores de 28 años
fueron contratados por empresas que se
acogieron a sus beneficios”, dijo Santos
en su mensaje de fin de año, al referirse
a los beneficios tributarios que la norma
establece para las empresas que em-
pleen jóvenes.
Además, el mandatario destacó otros
indicadores
sociales:
“Hoy
hay
2,2000,000 personas más, afiliadas al
Épocade cambios enel café
U
nañodecepcionante tuvoel sec-
tor cafetero en materia de pro-
ducción, pero satisfactorio en in-
gresos, gracias a losmejores precios inter-
nacionales del grano en 2011, respecto de
los años precedentes.
Al cierredel ciclocafetero, que terminó
enseptiembre, lacosecha fuede8.2millo-
nes de sacos de 60 kilos; y el pronóstico
de los propios caficultores preveía en ese
entonces un saldo aúnmenor para el año
calendario. Augurios que efectivamente
se cumplieron: según la Federación Na-
cional de Cafeteros, la producción para
2011 fue de 7.8 millones de sacos, el nivel
más bajo en 30años.
Las causas directas del pobre resulta-
do radican en el intenso invierno que
afectó a las zonas de montaña, donde se
cultiva el grano, y al programa de renova-
ción que adelanta el sector, de tal manera
que hay 300,000 hectáreas fuera de pro-
ducción, mientras crecen sus cafetales.
La cosecha del año pasado fue de 1.1
millones de sacosmenos que en el perío-
do precedente, lo que en términos por-
centuales equivale a una caída del 12.3%.
Pero la paradoja es que el valor de esa co-
secha fue de $2,580millones, superior en
13%a lade2010, yelloporcuentade lame-
jora en la cotizacióndel grano.
En cuanto a exportaciones, se envia-
ron a los mercados mundiales 7.7 millo-
nes de sacos por $2.846millones. Loque
significaunaumentode 29%sobre el ba-
lance de 2010. “Los ingresos atenuaron
los efectos ocasionados por la difícil si-
tuación climática que enfrentó Colom-
bia y el sector cafetero durante el año
anterior”, dice Luis Genaro Muñoz, ge-
rente de la federación.
Pero, además, en el valor de las expor-
taciones tuvomucho que ver el hechode
que una tercera parte del grano corres-
pondiera a cafés con valor agregado, que
se producen bajo programas estrictos de
control de calidad y que gozande precios
más altos que los granos comunes.
Para la federación, lo que ocurre con la
baja de la producción era previsible, toda
vez que los cafetales que se renuevan to-
man tres años para entrar en fase produc-
tiva. Los cafeteros sabían, cuando inicia-
ron el plan de renovación, que tendrían
que soportar un período de cosechas re-
ducidas, pero al cabo de las mismas ten-
drían cafetales mucho más productivos.
Para2015, el 90%del parquecafeteroesta-
rá renovado. Ese sigue siendo el objetivo
principal del sector.
El sector cafetalero colombiano espera haber renovado el 90%de su parque para 2015.
“El país logró consolidar
su tendenciade buenos
crecimientos, se dinamizó
el comercio exterior, se
mantuvounambiente
macroeconómico estable
conbajos intereses e
inflación controlada.”
ASOCIACIÓNNACIONALDEEMPRESARIOS
DECOLOMBIA
(ANDI)
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Febrero - Marzo 2012
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COLOMBIA