El Economista www.eleconomista.net Julio - Agosto 2025 • 73 HOBBY + EN EL DIVÁN TESTIMONIO Irma Cantizzano CASO PELICOT Onda expansiva El año pasado hubo una noticia que conmocionó al mundo. Un hombre septuagenario fue condenado por haber drogado a su esposa durante 10 años para violarla y abusar de ella, y para permitir que decenas de hombres más lo hicieran. Todo quedó grabado. El proceso que inició a finales de 2020 terminó en diciembre 2024, y 51 hombres entre 27 y 74 años fueron condenados. Este es el caso de Gisèle Pelicot, esa mujer que apareció a cara descubierta a enfrentarse al que fue su pareja por 50 años, su agresor y a la decena de hombres que él convocaba a que abusaran de ella, mientras ella yacía sometida químicamente. Ella pidió el proceso público, para exponerlos al juicio colectivo. En “Y dejé de llamarte papá” (Seix Barral, 2025) quien “habla” es Caroline Darian, la hija, que narra el golpe que implicó para su madre y la familia completa darse cuenta que habían vivido con un monstruo. El libro, en francés, fue publicado originalmente en 2022, para la publicación en español Caroline actualiza el prólogo con el inicio del juicio. Dominique Pelicot fue denunciado por dos jóvenes de grabarlas sin su consentimiento en un supermercado, esta denuncia llevó a la policía a requisar el teléfono celular y descubrir el horror. La policía encontró cientos de videos y fotografías de hombres teniendo relaciones con una mujer dormida, ella era la esposa: Gisèle. La víctima, jubilada, vivía con el marido lejos de sus hijos (a unos 700 kilómetros de distancia) y tenía años de sufrir pérdidas de memoria, de ausencias, de insomnio recurrente, que achacaban a la edad; en los últimos tiempos había perdido el pelo y mucho peso. Fue vista por varios neurólogos que señalaron que era ansiedad. Pero no, eran los somníferos y ansiolíticos que le daba el exmarido y que hacían que ella cayera en la negrura total por hasta 8 horas seguidas y se despertaba sin recordar nada. Caroline narra cómo su madre primero vivió en negación, él la tenía completamente sometida. Ella, la hija, después de saber que habían fotos donde aparecía fue a parar al psiquiátrico una noche, completamente desbordada, pero nadie la contenía, lo único que le ofrecían eran pastillas para poder controlar su ansiedad. No entendían que solo el hecho de saber que esas pastillas iban a bajar sus defensas generaba todavía una ansiedad m ayo r. Y mientras va contando el proceso, como ella lo vivió, va intercalando anécdotas de cuando pensaba que su vida era feliz, de cuándo ella tenía un padre amoroso a su lado que la animaba; cuando ella creía tener un padre confiable a quien le dejaba a su hijo, de cuando ella era niña, y cuando la figura de su padre siempre estuvo ahí. “Mi padre es un criminal y voy a tener que aprender a vivir con esa despiadada realidad. Aceptar el doloroso desgarro entre mi necesidad de justicia, de verdad, y el verdadero amor que he podido sentir por él”. En este libro Caroline también cuenta cómo empezó un movimiento en contra de la sumisión EL ECONOMISTA/CORTESÍA EL AUTOR •Caroline Darian (seudónimo de Caroline Peyronnet) es una directiva de comunicación en una gran empresas francesa. Este libro es parte de su testimonio de la violencia que vivió en su familia y su lucha en contra de la sumisión química. química, que no solo se da en bares y discotecas, sino dentro del mismo seno familiar; este movimiento también impulsa cambios al sistema para una mejor atención a las víctimas, y a las familias y un protocolo para poder detectar los casos a tiempo; porque como ella misma dice: “El trauma se propaga como una onda expansiva, y las víctimas colaterales suelen caer en el olvido”. •
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