El Economista www.eleconomista.net Junio - Julio 2025 • 55 reformas promercado. Colombia también se encamina a una recuperación moderada, con un crecimiento del 2.5 % en 2025 y un promedio de 2.8 % en 2026-27. Esta mejora se basa en un repunte del consumo privado y una leve recuperación de la inversión, favorecida por condiciones monetarias más relajadas y una inflación que sigue en descenso. Brasil, la mayor economía latinoamericana, enfrentará una desaceleración importante: del 3.4 % en 2024 al 2.4 % en 2025, y un promedio de 2.2 % en 2026-27. La menor inversión y un consumo más débil afectarán el crecimiento. Factores estructurales El informe del Banco Mundial advierte de que, pese a una recuperación incipiente, América Latina y el Caribe seguirán siendo la región de menor crecimiento entre los mercados emergentes y economías en desarrollo. Factores como la baja productividad, una fuerza laboral menos educada y el envejecimiento poblacional pesan sobre las perspectivas a largo plazo. La región también enfrenta riesgos macroeconómicos. Más de la mitad de las economías de ALC han visto rebajas en sus proyecciones de crecimiento. La inflación, aunque en descenso, continúa por encima de las metas, y las tasas de interés se mantendrán altas para consolidar la estabilidad fiscal. Además, el deterioro de las cuentas fiscales tras la pandemia y los mayores costos de endeudamiento podrían forzar ajustes más severos de lo previsto. 2 .4% crecería Brasil este año, después de crecer 3.4% en 2024 . Las relaciones económicas con China también influyen fuertemente en las proyecciones. Una desaceleración de la demanda china —especialmente de metales— afectaría los precios de materias primas como el cobre, con impactos directos en Chile y Perú. Por su parte, cualquier contracción en el crecimiento de EUA tendría efectos multiplicadores negativos en México, Centroamérica y el Caribe, particularmente por la caída de remesas, turismo y exportaciones. América Latina y el Caribe siguen siendo muy vulnerables a los vaivenes globales. A pesar de algunos signos positivos, como la recuperación argentina o la resiliencia en Guyana y República Dominicana, el informe concluye que los desafíos estructurales internos, sumados a las tensiones comerciales externas, seguirán marcando el paso de una recuperación todavía incierta. •
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