qué se referían esos compromisos, e implican: En primer lugar, el gobierno deberá publicar los estados financieros de la billetera Chivo. Al cierre de esta nota ya lo habían hecho, y la billetera estaba en números rojos. En segundo lugar, privatizarán la billetera estatal, para ello pondrán “fin al uso de fondos públicos y la participación pública en Chivo a fines de julio de 2025”. En tercer lugar, liquidarán Fidebitcóin, aunque previamente publicarán las auditorías del fideicomiso que dio vida al proyecto y con el que hacían la conversión en la billetera estatal. También, presentarán estados financieros de la Agencia de Gestión de Bitcóin. En cuarto lugar, “la exposición del gobierno a bitcóin será limitada. A lo largo del programa, las autoridades se han comprometido a no acumular bitcóins”, señala el acuerdo. Este último tema ha estado en el ojo del huracán, el gobierno no ha dejado de comprar criptomonedas. El banco de inversión Oppenheimer señaló que “las compras de bitcóin se han acelerado después del acuerdo a nivel de personal (en diciembre)” la tasa de compras aumentó de una por día a un promedio de 1.7 BTC por día durante los últimos dos meses”. Para los analistas del banco de inversión esa alza pudo haber sido “una estrategia de las autoridades para señalar su continuo apoyo a bitcóin a pesar de haber llegado a un acuerdo con el FMI o también podría deberse a que las autoridades querían comprar antes de las limitaciones que implica en el acuerdo”. En el último mes el gobierno ha adquirido 41 bitcóin más, por lo que las reservas suman 6,114.18 bitcóin. En quinto lugar, El Salvador tampoco podrá hacer el famoso bono bitcóin. Según el programa, uno de los compromisos es “a no emitir ni garantizar ningún tipo de deuda pública indexada o denominada en bitcóin o instrumentos tokenizados que impliquen una responsabilidad para el gobierno”. El gobierno salvadoreño también tendrá que hacer informes periódicos de todas las direcciones públicas de las billeteras de bitcóins (calientes y frías) en su posesión y trimestralmente publicarán los estados financieros “de otros fondos fiduciarios y empresas estatales involucradas en el proyecto Bitcoin (CEL y LaGeo), y las operaciones de Bitcoin se reflejarán en las estadísticas macroeconómicas y fiscales”. Igualmente, no se crearán nuevas entidades “públicas o de propiedad pública” que participen en operaciones de bitcóin, salvo que sea para administrar los activos ya existentes. Otros acuerdos Previamente de llegar a este acuerdo, ya habían algunas condiciones que El Salvador cumplió con el FMI, como un presupuesto balanceado para 2025, la publicación de un plan fiscal de 3 años, que se publicó un día antes de la aprobación del directorio; el aumento de los requisitos de reservas al 12% de los depósitos; la restricción de la Ley bitcóin, entre otras. En la carta de intención enviada el pasado 11 de febrero a la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva de parte del presidente del Banco Central de Reserva, Douglas Rodríguez y el ministro de Hacienda, Jerson Posada, señalaron que “como demostración de nuestro compromiso”, se han tomado medidas tempranas como que la Asamblea Legislativa “aprobó recientemente un presupuesto para 2025 consistente con un superávit primario del 1.9 % del PIB y una mejora subyacente del saldo primario de alrededor del 1.5%”; también que “han emitido regulaciones que establecen el camino para los aumentos en los colchones de liquidez requeridos por los bancos; la presentación de informes sobre el déficit fiscal y la deuda ahora está en línea con los estándares internacionales”. Además, “la aprobación en la Asamblea Legislativa de nueva legislación anticorrupción”, detallaba la misiva. Asimismo, se comprometieron a “consultar con el personal técnico del FMI con suficiente antelación a la promulgación o anuncio de cualquier cambio a nuestras políticas”. El economista y coordinador de proyectos de macro economía de Funde, Rommel Rodríguez aseguró que no recuerda “haber visto un programa con el Fondo tan exhaustivo” desde las acciones, “el registro incluso las fechas en las metas que se han establecido me parece más que pertinente”, detalla. Hay 25 acciones concretas que el FMI ha estipulado en el programa y que arrancan a medirse desde este mes vía “criterios de desempeño”. Por ejemplo, este año se medirán en marzo, junio, septiembre y diciembre cómo evoluciona el saldo primario, el endeudamiento interno, los atrasos en los pagos, la inversión pública, el techo de la masa salarial, entre otros. También hay “ajustes para garantizar que se ahorre una parte de los ingresos excedentes, que las metas de reservas y depósitos del Sector Público No Financiero (SPNF) se ajusten a los cambios imprevistos en el financiamiento oficial y/o las emisiones de bonos (hasta un límite), y que las posibles ventas de bitcóins no se utilicen para cumplir las metas”. • El Economista www.eleconomista.net Marzo - Abril 2025 • 49 40 meses es la duración del acuerdo de Servicio Ampliado (SAF) entre El Salvador y el FMI. $1 ,400 ces el financiamiento que otorgará el FMI a El Salvador, además del fondeo de otros organismos multilaterales.
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