El Economista febrero-marzo 2025

66 • El Economista www.eleconomista.net Febrero - Marzo 2025 LIVING +DI VÁ N JULIA NAVARRO “Nunca se han ido. Los regímenes totalitarios han existido siempre” La escritora española, Julia Navarro, habló sobre su libro “El niño que perdió la guerra”, la migración y de la Historia, de la cual no se aprende y se vuelve a repetir. P OR : IRMA CANTIZZANO • EL SALVADOR Primero Panamá y después Costa Rica, solo faltaron unos cuantos kilómetros más y la escritora española Julia Navarro hubiera llegado a El Salvador. Pero aunque no lo hizo físicamente, su presencia en el país sí fue posible gracias a la tecnología en un conversatorio en línea organizado por la librería Internacional Libros y Regalos, el cual fue dirigido en conjunto con Iliana Herrera. En ese espacio, la autora conversó sobre su último libro publicado “El niño que perdió la guerra”, sobre los regímenes autoritarios, las guerras, la migración, la inspiración literaria y sobre la historia inmediata que se repite a pesar de todo. Navarro, que fue periodista por 35 años, ha publicado una decena de novelas que transcurren en el siglo XX, al que ella llama “un siglo que ha sido antes de ayer”, y en el actual, donde busca “indagar en los claroscuros de los seres humanos”. “Yo siempre digo que he tardado toda una vida en poder escribir mis libros. Mis libros, aunque sean frutos de la imaginación, mis herramientas son la realidad, son la vida, son lo que sucede a mi alrededor”, dice. En “El niño que perdió la guerra” (Plaza y Janés, 2024), del que puede leer la reseña en www.laprensagrafica.com, narra la vida de Pablo, un niño español que fue arrancado a sus cinco años de los brazos de su madre Clotilde, a finales de la guerra civil española, y fue llevado a la Unión Soviética en el apogeo del estalinismo, como una forma de “salvarlo”, según su padre. Pero la Unión Soviética estaba en plena construcción del “nuevo hombre” donde todo era en por y para la revolución. “Pablo es un niño que se ve transportado de un momento a otro de la seguridad de su casa al otro extremo del mundo”, y no “por que su padre sea un malvado, sino porque su padre piensa: 'Estamos en guerra, hay una situación terrible, caen bombas, no hay comida'. Eso lo pensaron muchas familias en España que mandaron a sus hijos fuera, lo que pasa es que algunos niños fueron enviados a Francia, al Reino Unido, a otros lugares en los que cuando terminó la guerra pudieron retornar; pero a Pablo lo mandan a la Unión Soviética y como el régimen comunista de Stalin y el régimen fascista de Franco no tenían relaciones, Pablo no puede regresar”, explica. Esta es una novela que ella esperaría que no “deje al lector indiferente”. “Me gustaría que esta novela sirva para reflexionar sobre cuestiones que son importantes: las dictaduras, las autocracias, que reflexionara sobre fenómenos como el de la inmigración...”, asegura. Y lo hizo con la URSS porque “soy una auténtica apasionada de la literatura rusa de finales del XIX y principios del XX de manera que es habitual en mí a veces hacer estas referencias, mirar hacia esa parte del mundo”, dice la autora que cree que “el germen” de esta novela se impuso hace muchos años cuando descubrió la poesía de Anna Ajhmátova. “Este libro empieza con el 'Requiem' de Anna Ajhmátova una de mis poetas favoritas y una de las grandes poetas del siglo XX. Cuando yo la leí, no solamente sus poemas sino su biografía, eso debió de germinar en mí hasta que un día, hace unos años, empecé a escribir ‘El niño que perdió la guerra’”, detalla. ¿Cómo confluyen estos mundos tan distintos, una España con la llegada de Franco y esa Unión Soviética en plena efervescencia, cómo logró estas historias paralelas con mundos tan diferentes? Entre mis preocupaciones está siempre la libertad, la libertad que a mí me parece que es el primer derecho humano de todos los que habitamos este planeta. En el siglo XX hay dos grandes ideologías que atraviesan el siglo y que dividen al mundo prácticamente en dos, una parte es el fascismo y por otra, el comunismo, fruto de la revolución bolchevique en la Unión Soviética. Yo siempre digo que las dictaduras se parecen, dan lo mismo que sean de derechas o de izquierdas, lo primero que hace cualquier dictador o cualquier autócrata es restringir o acabar con la libertad de los ciudadanos. Lo hizo la España de Franco y lo hizo la Rusia de Stalin, es decir, no había libertad. En segundo lugar, todos los dictadores y todos los autócratas inmediatamente intentan imTrayectoria: En 2004 publicó su primera novela “La Hermandad de la Sábana Santa”. A la fecha, lleva 10 novelas publicadas. +DAT O S Julia Navarro Periodista y escritora

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