El Economista www.eleconomista.net Abril - Mayo 2024 • 69 HOBBY + EN EL DIVÁN RESEÑA Irma Cantizzano NOV E L A L legó a go sto en pleno a br i l Una de las decisiones lectoras de este año era ceder o no ante la llegada del libro póstumo del premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez. Los puristas hablaban de que no se había respetado la decisión del autor de no publicar su obra, a la que él mismo consideraba “no terminada”, porque su memoria no estaba al 100 %. Para otros, era darle la oportunidad a los amantes de la obra de Gabo de leer algo más de su autoría. En medio de la polémica el libro se ha convertido en uno de los lanzamientos más exitosos del año y en El Salvador se ha mantenido entre los más vendidos desde su preventa. El libro fue editado desde la última versión (la quinta) que el autor dejó en la carpeta como “gran ok final” y así llega a estos días “En agosto nos vemos” (Editorial Planeta Mexicana, 2024). La historia narra parte de la vida de Ana Magdalena Bach, una mujer que se acercaba a los 50, felizmente casada, madre de familia, que religiosamente iba cada 16 de agosto a la isla donde estaba enterrada su madre. Era un viaje donde iba sola y con el único fin de llegar a limpiar la tumba de su madre, librarla de maleza y dejar los gladiolos frescos que compraba. Siempre iba a la misma hora, viajaba en el mismo transbordador, iba al cementerio en el mismo taxi, le compraba las misma flores a la misma vendedora. También dormía siempre en el mismo hotel, donde comía por la noche el mismo “sánduiche de jamón de queso con pan tostado y café con leche”. Así durante siete años, desde el primer aniversario de la muerte de su madre. Pero esta vez hubo algo diferente, cuando comía sonaron unos boleros y un hombre al que no había visto nunca la invitó a bailar. Y así la mujer cambió esa noche y se permitió vivir lo que nunca había vivido. Y lo hizo así ese agosto, a pesar de los grandes calores y los “aguaceros locos”. Y lo hizo también al siguiente, aunque no sonaran los mismos boleros, sino un vals. Y al siguiente sin éxito, pero el siguiente a pesar del caos lo logró, logró obtener su noche. Agosto era su mes, su libertad absoluta por un día, por suerte o por elección. Y así, el lector se va adentrando en la cabeza de Ana Magdalena, y puede ver con sus ojos la isla caribeña que había conquistado a su madre y también a ella, y puede percibir su disfrute y su sentimiento de culpa, porque lloraba “de rabia contra ella misma por la desgracia de ser mujer en un mundo de hombres”. Y el lector también reconoce a Gabriel García Márquez dentro del texto, por su lenguaje y su narrativa. Y aunque “En agosto nos vemos” puede parecer más un gran cuento, vale la pena leerlo, disfrutarlo, y meterse de lleno en el caos de la isla y sentir el calor tropical del Caribe. Y como dicen los herederos del gran maestro y premio Nobel de Literatura: “En un acto de traición, decidimos anteponer el placer de sus lectores a todas las demás consideraciones. Si ellos lo celebran, es posible que Gabo nos perdone. En eso confiamos”. Hay que apelar al perdón. • EL ECONOMISTA/CORTESÍA EL AUTOR •A diez años de su partida, Gabriel García Márquez es uno de los grandes referentes de la literatura latinoamericana. Fue periodista e inició su aventura literaria en 1955 con “La Hojarasca”, y le siguieron más de 20 novelas, entre ellas su obra cumbre: “Cien años de Soledad”, que enseñó a muchas generaciones a soñar con Macondo y todo su universo. Fue el primer colombiano en ganar del Premio Nobel de Literatura en 1982. •
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