El Economista - 25 de abril de 2024

El Economista www.eleconomista.net Abril - Mayo 2024 • 67 LIVING + ARQUITECTURA SIMBOLISMO Artesanal. En cinco años, los artesanos de todo el país han permitido al templo recuperar su cubierta de madera, para la que se han talado cientos de robles de todo el país imitando las técnicas medievale s . Mejoras. Los expertos aseguran que la catedral sacará algunas ventajas de tragedia, ya que estaba “algo abandonada” y que se ha dado un salto de 20 años en su restauración. La reina “Aguja”. Ya solo queda una pequeña parte abierta al cielo, la del crucero, por donde un impresionante andamiaje asciende desde el suelo para sujetar la aguja, que vuelve a reinar orgullosa en el cielo de la ciudad tal y como la concibió en el siglo XIX el célebre arquitecto Eugne Viollet-le-Duc. Nueva Era. “Lo esencial de las obras está ya hecho”, señala Maryline Guiry, directora del organismo que coordina las obras de restauración, que promete que Notre Dame recuperará su aspecto anterior en el exterior pero será “más esplendorosa” en el interior, porque "tendrá una piedra clara que reflejará una luz extraordinaria”. ”Gracias a la movilización de todos estamos haciendo real el desafío, que podía parecer una locura, de reabrir la catedral en 2024”, asegura a EFE Maryline Guiry, directora del organismo que coordina las obras de restauración. La fecha fijada en el calendario es el 8 de diciembre, día de la Inmaculada, una jornada que culminará un año especial en Francia, marcada por los Juegos Olímpicos, pero también por el 80 aniversario del desembarco de Normandía durante la Segunda Guerra Mundial. Esos dos eventos, junto a la reapertura de Notre Dame, están siendo utilizados por Emmanuel Macron para crear un sentimiento de unidad en el país frente a la división política. Religión y política “Una de las grandezas de Notre-Dame es que ha sobrevivido a todos los regímenes y siempre ha estado vinculada al Estado”, señala a EFE el historiador Mathieu Lours, autor del libro Las catedrales en el mundo. La de París tiene, a su juicio, una simbología especial porque desde su construcción ha marcado tendencia y ha sido el reflejo del poder de la iglesia francesa y del país. Por eso también ha sido desde hace siglos una enseña de la ciudad y también por eso su incendio tuvo una mayor repercusión en todo el mundo y creó una profunda emoción entre los católicos pero también entre los no creyentes, afirma Maryvonne de Saint Pulgent, que durante años estuvo al frente de la dirección nacional de monumentos de Francia y que es autora del ensayo La gloria de Notre-Dame, la fe y el poder. •

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