El Economista www.eleconomista.net Abril - Mayo 2024 • 59 mamente se observa un incremento y un mayor desarrollo. Desde Canadá hasta Argentina, América es la región del mundo que más produce biocombustibles y etanol. Los dos grandes productores son Estados Unidos y Brasil. En Canadá y Estados Unidos las mezclas son altas y en crecimiento. Sudamérica en su gran mayoría también tienen los niveles más altos del mundo como es el caso de Brasil o Paraguay. En Centroamérica y gran parte del Caribe hay un gran vacío en el sentido de países que no tienen mezclas obligatorias o no tienen estos mandatos. Ahí hay una oportunidad para Guatemala, de poder entrar en esa tendencia de la mayoría de la región americana. También Panamá y Costa Rica recientemente están dando pasos para poder iniciar programas de mezclas. En el transcurso de uno o dos años, estos tres países deberían estar iniciando los programas de mezcla, cada uno a su manera. En el caso de Panamá, está por implementarse la ley aprobada por la Asamblea y sancionada por el presidente en el 2023. En el caso de Costa Rica, ha incluido dentro de su plan nacional de desarrollo las políticas de etanol. “Guatemala es una excepción en el mundo al ser un país productor de etanol, pero al mismo tiempo, no tener estos mandatos. Los países del trópico como los de Centroamérica, son países que en muchas ocasiones no tienen recursos fósiles, pero si tienen una biomasa, tal vez el recurso verde que pueden llegar a destinar. En mayor o menor medida tienen una producción de biomasa que puede ser utilizada en algún momento para la producción de alcohol. Sea porque producen maíz, o sea porque producen caña, especialmente”, indica Federico Salcedo, consultor regional en el tema de etanol para el Consejo de Granos de los Estados Unidos. Aire limpio y menos costo en combustible Hay 60 países que utilizan etanol, no sólo en América Latina, sino también en Europa y Asia. En Guatemala, desde julio 2023, está reglamentado que sea a partir del 1 de enero 2025, en que los guatemaltecos puedan empezar a tener gasolina mezclada con alcohol en las estaciones de servicio. El consumidor final no tendrá que hacer nada, pues la tendencia mundial es que los importadores de combustibles sean quienes hagan la mezcla, con los consecuentes beneficios ambientales, sociales y económicos. Dependiendo del porcentaje que fije el Ministerio de Energía y Minas (MEM) el 90% y 95% va continuar siendo combustible fósil, el 5% o 10% no va a mover la aguja de costos. Lo que va a incidir es, en qué tipo de gasolina base se va a mezclar y qué tipo de impuesto va a tener, explica Aída Lorenzo, gerente de la Asociación de combustibles renovables de Guatemala. El cien por ciento de la factura petrolera a nivel país cuesta $6,000 millones. En el caso de las gasolinas, son $2,000 millones. Un 10% menos significa un ahorro sustancial. Además de reducir las emisiones de CO2, que genera un parque vehicular de 5.2 millones de vehículos automotores, mejorando la calidad del aire, al utilizar alcohol producido localmente, ese dinero se queda en el país, explica. Las adaptaciones para la mezcla es una labor de los cuatro importadores de combustible que operan en Guatemala, quienes cuentan con nueve terminales, en las cuales se tienen que realizar algunas modificaciones para instalar los depósitos de alcohol. “Es algo que deben de estar tomando en consideración desde que salió el reglamento”, dice Lorenzo. El mercado de las gasolinas no es regulado en Guatemala, por consiguiente, siempre depende del precio del petróleo internacional; en este caso, en el mejor de los escenarios, el precio va a estar igual o un poco más abajo. No obstante, la constante en todos los países es que, a mayor mezcla, a mayor nivel de etanol, más bajo el nivel de precio. Depende del porcentaje de mezcla que tenga, si el mercado es regulado o no, si hay subsidio o no en los combustibles. En el caso de Estados Unidos, que es un mercado desregulado, hay cambios considerables entre los niveles de mezcla. Por ejemplo, hay un nivel que es hasta 85% de etanol. Esto es un distribuidor normal en casi todos los estados del país. “Hay miles de estaciones que prestan ese servicio. En noviembre 2023, un galón con 85% de etanol al mercado libre costaba $2.4; un galón con 10% de etanol $3.3; casi un dólar de diferencia en un caso real en un día en específico”, comparte Salcedo. Aunque no hay un porcentaje en específico, los precios internacionales del etanol en los últimos 15 o 20 años, han sido históricamente más bajos que el precio de las gasolinas, comenta. Un segundo punto que marca la diferencia, es el tema de los aditivos de los combustibles. La mezcla entra a reemplazar otros aditivos que son mucho más costosos, el etanol incrementa el octanaje y reemplaza el MTBE, y otros adicionales. Otro componente es la gasolina base y gasolina terminada que requiere mayor costo. Un país que empieza a mezclar puede adquirir una gasolina base más económica que se puede llegar a ver transmitida en beneficios económicos para los consumidores. • “ Los países de C.A. no t ie ne n recursos fósiles, pero tienen una producción de biomasa que puede ser utilizada para la producción de alcohol.” FEDERICO SALCEDO, consultor regional en el tema de etanol para el Consejo de Granos de EUA $6000 millones suma al año la factura petrolera de Guatemala.
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