“Las mujeres quieren más flexibilidad, no sólo en cuanto a dónde trabajan, sino también cuándo trabajan, pero todavía no lo entienden. La falta de flexibilidad fue una de las razones más citadas por las mujeres que optaron por dejar su empleador en los últimos 12 meses. Y muchas no se sienten capaces de pedir acuerdos de trabajo flexibles, y una abrumadora mayoría de mujeres siente que hacerlo afectaría su progresión profesional. Además, las mujeres siguen teniendo un importante carga de trabajo en el hogar, siendo la mayoría de las mujeres las que asumen la mayor responsabilidad en las tareas”, reza el estudio. Mena agrega que las mujeres afrontan una desventaja importante para aspirar a puestos directivos sobre todo en el sector financiero. “Estos puestos, dentro de esta industria, son muy propensos a requerir de un nivel involucramiento mucho más profundo, muchas más horas de trabajo y mucha más dedicación mental, profesional y emocional. Es decir, la dificultad de las mujeres en conciliar la vida laboral y familiar supone para ellas una barrera de entrada a posiciones altamente demandantes a nivel profesional”, detalla. Por su parte, Gina Duque Yukopila, directora corporativa de talento de CMI, que tiene a su cargo a 16 países explica que como la mayoría de las organizaciones, afronta retos en la consecución de talento en todos los países y por diversos factores. “En el caso de las mujeres, encontramos en todos los países mujeres capacitadas, con muchas ganas de aportar a la sociedad y mejorar su realidad. No obstante, reconocemos que muchas mujeres tienen grandes responsabilidades en sus hogares y en ocasiones, por ser cabezas de hogar, con la responsabilidad de cuidar de los hijos y otros deberes, para ellas incorporarse al mercado laboral de manera formal puede representar un reto”, puntualiza. Factor educativo Otro de los grandes problemas para el crecimiento de la mujeres, señala De Anca es el educativo. Las carreras siguen estando muy sexualizadas, “el hombre sigue cogiendo matemáticas, ciencias puras, e ingeniería y la mujer sigue escogiendo recursos humanos, comunicación, marketing y cosas artes liberales. Eso se ven en casi todas las universidades. Entonces, qué pasa, que los puestos de matemáticas, inteligencia artificial, ingeniería suelen ser los mejor pagados y los que más llevan a la dirección. Es más fácil encontrar a un CEO o a un director general ingeniero que de recursos humanos”, explica. Las carreras que se suponen que son más racionales se sigue considerando que son masculinas, “entonces ¿qué pasa ahí? Que cuando un sector en sí está masculinizado la manera de trabajar, la manera de considerar los ascensos, el ambiente en el trabajo, todo sigue siendo muy masculino; entonces, las pocas mujeres que hay tampoco se sienten tan cómodas”, detalla. El tema de la falta de inclusión también implica un factor que afecta a las corporaciones. Celia de Anca explica que tiene mucho que ver con la reputación de la empresa: “si tú ves una foto del consejo administración y son todos puros hombres, reputacionalmente la empresa tiene un problema”. Además agrega que hay muchos índices, por ejemplo de sostenibilidad donde se evalúa la inclusión y la equidad. “Entonces hay un problema de stakeholders y luego hay un problema de retención del talento, si tu empresa no es atractiva para mujeres, muchas mujeres que pueden elegir si van a ir a una empresa que las valore mejor, entonces tiene una repercusión importante”, explica. • 20 • El Economista www.eleconomista.net Febrero - Marzo 2024 53 años faltan en A.L. para que exista igualdad, según el índice del WEF. P ORTA DA MUJERES LÍDERES
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgyMTE=