El Economista - 22 de febrero de 2024

El Economista www.eleconomista.net Febrero - Marzo 2024 • 13 familiares sigue creciendo, aunque moderadamente. En los mismos se indica que en 2021, el crecimiento fue del 35%; en 2022 de 17%; Ahora es un crecimiento del 10%. Sin duda, el ingreso de estas divisas es un estabilizador importante para la economía. Muestra de ello es que en la cuenta corriente del país hay un excedente de 1.5% del producto, alrededor de $1,500 millones. Eso significa que el tipo de cambio tiende más a la apreciación que a la depreciación porque hay más dólares de los que salen. Esa condición, obviamente está influenciada por el ingreso de las remesas familiares, las cuales para 2024, implicarán un 20.1% del PIB. De esos ingresos, el 58.4% se destina al consumo, rubro que mantiene el dinamismo de la economía; 16.4% a la construcción y adquisición de vivienda; 7.2% ahorro; 5.7% a otras inversiones y 12.3%, a inversión social. “Sin duda, dan una estabilidad enorme al país, no podemos sentirnos orgullosos de esas remesas. Es producto del trabajo que guatemaltecos hacen en el exterior. Ojalá lo pudieran hacer aquí en Guatemala, pero para eso hace falta tener más inversión local y extranjera”, indica Álvaro González Ricci, presidente del Banguat. Según la OIM y el Banco de los Trabajadores (Bantrab), las personas que envían remesas son 2.4 millones; las receptoras 1.7 millones y la población beneficiaria 6.5 millones. Prácticamente el 30% de la población se beneficia de remesas familiares que viene del extranjero. “Esta fuerza pujante de la economía ha generado comunidades en donde más del 70% de las personas costean sus necesidades básicas con remesas. Así se evidencia una relevante dependencia del dinero que envían los connacionales desde el extranjero, y una necesidad profunda por promover la bancarización de manera estratégica e incluyente para que, las personas puedan usar ese dinero para aumentar su bienestar integral”, indica Estuardo García, director de canales alternos del Bantrab. Agrega que la industria financiera es ya el principal eje en el envío y la recepción de estos recursos, por lo que el compromiso del sector financiero es ofrecer un servicio personalizado, seguro y confiable a través de distintos canales a nivel nacional. Una condición cambiante En el marco de una desaceleración de las remesas, pero que en volumen siguen creciendo, las reservas monetarias internacionales también se incrementan, observa González Ricci. El parámetro del Fondo Monetario Internacional es que éstas deben ser equivalentes al menos a tres meses de importaciones. Sin embargo, el monto que posee Guatemala corresponde a ocho meses, por lo que tiene suficientes dólares para afrontar cualquier shock. Eso también favorece la colocación de bonos en el exterior, de manera que Guatemala es vista como un país con grado de inversión. De acuerdo con el BM, el año pasado, Guatemala figuraba entre los 10 países que más remesas han recibido superando los $19,800 millones. Esta situación confirma la relevancia estratégica que tienen para el país en su conjunto. De ese monto, más del 53% de esas remesas fueron pagadas por Banrural. De acuerdo con la OIM, el 29.3% de las remesas se destina a inversión y ahorro, el 14.6% a pequeños emprendimientos y el 12.3% a salud y educación. Mas del 45% de esos ingresos es destinado por los guatemaltecos para su consumo, lo cual estimula el comercio y favorece a las economías locales, comenta Pedro Linares, gerente de Comercio Exterior de la entidad bancaria. No hay duda que han pasado a ser no solo una fuente de financiamiento de los hogares que reciben los recursos, sino una de las más importantes fuentes de generación de divisas para el país, incluso son mayores que las exportaciones, la cuales preliminarmente cerraron en $10,082.8 millones en el 2023, subraya Erick Coyoy, consultor de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies). “Las remesas se han convertido en una fuente de financiamiento muy importante del consumo en Guatemala. Sin esos recursos el consumo privado y por tanto el PIB del país serían menores”, comenta Coyoy. Agrega que de continuar la tendencia actual de bajos niveles de productividad y de ingresos para la mayoría de población ocupada en la informalidad, persistirán los flujos de migrantes hacia los Estados Unidos. • •Más 2.4 millones de guatemaltecos envían remesas que benefician a 6.5 millones de personas. EL ECONOMISTA/ARCHIVO

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