Transformar la economía •Será imposible alcanzar la neutralidad climática si se descuida la naturaleza. EL ECONOMISTA/ARCHIVO POR: JAVIER ALBISU/EFE • DU BÁ I Con la cumbre climática COP28 centrada en los combustibles fósiles, la energía renovable y la financiación de la transición hacia un sistema productivo más sostenible, el comisario europeo de Medioambiente, Virginijus Sinkevicius, alerta de que será imposible alcanzar la neutralidad climática si se descuidan las políticas sobre protección de la naturaleza. “Es importante mantener la consistencia entre la agenda climática y la agenda de biodiversidad (...). No seremos capaces de alcanzar la neutralidad climática si no preservamos nuestros ecosistemas, si siguen decayendo y alcanzan puntos de no retorno”, dijo Sinkevicius en una entrevista con EFE. El político lituano rehúsa anteponer una agenda a la otra, porque se complementan y porque “todo es importante” en la colosal tarea global de mitigar el cambio climático. “Estamos hablando de transformar a gran escala nuestra economía. No diría que una es más importante que la otra. Cumplir con nuestras necesidades energéticas y movernos hacia tecnologías limpias es el objetivo final, porque es lo que al final puede impulsar la transformación y la economía del futuro”, razona Sinkevicius. La cumbre del clima de Naciones Unidas es un foro donde la comunidad internacional adquiere compromisos políticos -que no legales- para orientar las acciones futuras. Pero después los países tienen que pasar de las musas al teatro y cumplir sus compromisos para evitar que las temperaturas a final de siglo suban más de 1.5 grados respecto a los valores preindustriales. En el caso de la Unión Europea, donde buena parte de la acción climática y medioambiental recae sobre la Comisión Europea, Sikevicius asegura que el actual Ejecutivo comunitario ha hecho un trabajo legislativo que “dará frutos en el siguiente” mandato, y subraya que en los próximos cinco años habrá que "garantizar que se implementa a nivel de los Estados miembros". Las elecciones a la Eurocámara de junio próximo, junto a las elecciones presidenciales de Estados Unidos de noviembre, marcarán en parte el impulso global en la transición hacia una economía sostenible. La UE, se ha marcado la obligación de reducir sus emisiones de CO2 en al menos un 55 % en 2030 respecto a 1990 y alcanzar la neutralidad climática en 2050. Las asociaciones agrarias de la UE -primer exportador mundial de alimentos- aseguran que si se sigue endureciendo la regulación medioambiental no podrán garantizar la seguridad alimentaria, mientras que los ecologistas argumentan que proteger los suelos y los ecosistemas ayudará a mejorar la producción. “No cuestionamos (...) a los granjeros. Están haciendo un gran trabajo en la seguridad alimentaria en Europa (...). En toda la cadena de suministro, el granjero es el que hace el trabajo más duro y recibe muy poco dinero” y “todo el sistema (...) empuja al agricultor a producir de una manera más intensiva, lo que tiene un impacto significativo en los ecosistemas”, dice Sinkevicius. Además de un cambio de prácticas y mentalidad en la industria agroalimentaria, el comisario también sugiere que desarrollar una relación más sostenible con los alimentos precisará además de profundas modificaciones en los comportamientos cotidianos de la gente. “Todo empieza con nuestras decisiones personales, que son extremadamente importantes. Me refiero al desperdicio alimentario, al textil u otros recursos, donde consumimos mucho más de lo que realmente necesitamos. Ese es un buen punto de partida”, dice Sinkevicius, quien recuerda que cada ciudadano europeo desperdicia cada año de media 131 kilos de comida. • 60 • El Economista www.eleconomista.net Diciembre 2023 - Enero 2024 OR B E IMPACTO GL OBA L 131 kilos de comida desperdicia cada año un ciudadano europeo.
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