22 • El Economista www.eleconomista.net Junio - Julio 2023 CAMBIO Durante años los científicos predecían que el cambio climático sucedería en un futuro, sin embargo, ahora se requieren de acciones urgentes para evitar el desastre. P OR : KARLA ALFARO • CENTROAMÉRICA Los impactos del cambio climático son cada vez más visibles en los países de la región, en especial en el Corredor Seco donde se ha llegado a decidir si el agua será para consumo humano o para cosechar alimentos. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) denomina cambio climático a la variación global del clima de la tierra debido a causas naturales, pero principalmente a la acción humana. Pero sus efectos no solo implican que la temperatura supere sus límites usuales o que haya más lluvias de las acostumbradas, van desde acabar con la vida silvestre hasta dejar sin alimentos a la población. En la actualidad, la agricultura está utilizando cerca del 70 % del agua dulce de Centroamérica, según Axel Schmidt, asesor para la ciencia e investigación del programa Agrícola para Agua Suelo y Agricultura (ASA) de Catholic Relief Services (CRS). “Pero si la agricultura consume ya el 70 % y el cambio climático nos está incidiendo en que va caer menos agua; las temperaturas altas significan más demanda del recurso, vamos a tener más presión sobre los recursos hídricos que al final genera conflictos porque cada quien quiere su parte. Necesitamos agua potable, para la industria, para el turismo, para todo”, expone. Cada problema encadena a otro, eso es algo que debe estar claro según los especialistas consultados; por ejemplo, hacer frente a todas las variantes climáticas y seguir produciendo, implica mayor inversión y productos más caros, es decir, entre más tenga que invertir un productor para cultivar, más tendrá que pagar el consumidor por la comida. Para la población centroamericana el maíz, el frijol y el arroz son vitales en su alimentación, y la mayor parte de su cultivo está en manos de pequeños productores, quienes salvaguardan un grupo importante de agro biodiversidad. Este 2023, se espera un fuerte impacto por el fenómeno de El Niño, que pese a no ser un efecto del cambio climático, genera ciclos cada vez más fuertes y seguidos. “Vamos a tener una canícula un poco más extendida, entonces es muy importante que el productor tome en consideración esa sequía porque puede generar pérdidas”, expone Erick Quirós, coordinador regional del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). La Red de Sistemas de Alerta Temprana de Hambruna (FEWS NET por sus siglas en inglés), señala que el fenómeno de El Niño significará un atraso en las siembras y en pérdidas moderadas de los cultivos de agricultores de subsistencia, especialmente en el Corredor Seco. “Los hogares de agricultores de subsistencia en el Corredor Seco, particularmente en los departamentos de Choluteca, Valle y Paraíso en Honduras, y San Miguel y La Unión en El Salvador, podrían tener que recurrir a estrategias de crisis, sin cosechas suficientes para mejorar su alimentación para septiembre”, señala en su informe Perspectivas de Asistencia Alimentaria Global. “Muy poco se habla de seguridad alimentaria y de la crisis que ya está viviendo El Salvador, y no solo este país, los países vecinos estamos prácticamente en una crisis, muchos de los granos básicos se los comprábamos a Nicaragua hoy se los compramos en México, entre más lejos compremos es mayor el valor, por lo tanto a la gente le va a costar más y ahí es donde debemos poner ESPECIAL CAMBIO CLIMÁTICO “Si la agricultura saca ya el 70% y tenemos el ca m b io climático diciéndonos que va a caer menos agua y temperaturas más altas, vamos a tener más presión sobre los recursos hídricos”. AXEL SCHMIDT, asesor para la ciencia e investigación agrícola para ASA. CLIMÁTICO ALCANZA A LA REGIÓN
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