49 Especial El Economista Verde Centroamérica que los ecosistemas del planeta puede regenerar, es decir, que se necesita de 1.75 planetas tierra para satisfacer la demanda de la población mundial de manera sostenible”, según Global Footprint Network (GFN), la organización internacional de sostenibilidad pionera en contabilizar la huella ecológica. El pasado 28 de julio ocurrió el Día del Sobregiro de la Tierra, es decir, que el capital natural que estaba disponible para el año se agotó en menos de siete meses. Lo que demuestra que se están usando más recursos y como consecuencia, se comienza a vivir a crédito con la naturaleza. “La Tierra tiene muchos bienes, por lo que podemos agotar la tierra por algún tiempo, pero nopodemos usarla en exceso para siempre. Es como con el dinero; podemos gastar más de lo que ganamos durante algún tiempo hasta que estemos quebrados”, puntualiza Mathis Wackernagel, presidente de GFN. Además agregó: “La seguridad en recursos se está convirtiendo en un parámetro esencial de la fortaleza económica. No hay ninguna ventaja en esperar. Más bien, a toda empresa o país le interesa proteger su propia capacidad de funcionamientoen un futuro inevitable de más cambio climático y limitación de recursos”, afirmó Wackernagel. MEDIO AMBIENTE, EN LA LISTA DE PRIORIDADES En 1972, el mundo asumió una responsabilidad ambiental durante la histórica Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, en Estocolmo, Suecia. Este encuentro posicionó al medio ambiente en la lista de prioforma de tener conciencia; y las empresas ahora caminan bajo la bandera de la responsabilidad ambiental como estrategia empresarial; algunas más que otras, pero siempre con el mismo objetivo. EMPRESAS FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO En Centroamérica, las empresas también juegan un papel trascendente para impulsar el desarrollo sostenible y alinear a la región con los ODS. En ese sentido, las empresas centroamericanas que cuentan con la certificación B, han logrado un avance importante en el impacto social, medioambiental y económico generado en la región. El reporte publicado a inicios de 2022, muestra que: “43% de las Empresas B de Centroamérica están comprometidas con la expansión de prácticas y productos neutrales en carbono, al compensar y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y reduciendo el impacto climático. Con respecto al impacto social positivo, lo trabajan a través de la detección y selección intencional de las cadenas de suministro al seleccionar a los proveedores en función de las prácticas ambientales y sociales que estos poseen generando beneficios para las personas y al planeta. Asimismo, avanzan en la promoción y amplificación de prácticas y políticas enfocadas en generar impacto positivo, al alentar o exigir a los proveedores que incluyan los beneficios ambientales y sociales en sus decisiones y prácticas comerciales. Actualmente, se registran más de 1,100 Empresas B, en 35 países, en más de 120 sectores de actividad. ridades de los gobiernos, la sociedad civil, las empresas y los responsables de la formulación de políticas, reconociendo los vínculos inextricables entre el planeta, el bienestar humano y el crecimiento económico. Otro avance ocurrió en 2015, cuando líderes mundiales de 193 naciones se comprometieron con una nueva iniciativa: los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Estos 17 objetivos se recogen en el documento: Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Es un plan de acción en favor de las personas, el planeta y la prosperidad, con el cual se busca garantizar un desarrollo que satisfaga las necesidades actuales sin repercutir e impactar en el de las futuras generaciones. Para conseguirlo, la ONU asegura que “todo el mundo tiene que hacer su parte: los gobiernos, empresas, organizaciones sociales, la sociedad civil”, quienes deben trabajar de forma coherente a fin de reconciliar estos retos económicos, sociales y medioambientales. Hoy en día muchas empresas a nivel mundial se están sumando para participar activamente en la preservación de los recursos naturales, impulsando acciones hacia el logro del desarrollo sostenible y hacer las paces con la naturaleza. Trabajar en función del medio ambiente se ha convertido en la llave para poder operar. La sostenibilidad social y ambiental es considerada en la actualidad como un tema central en los negocios y como una oportunidad estratégica en aspectos relacionados al gobierno corporativo, la ética y transparencia en los negocios, la gestión ambiental, la relación con grupos de interés, la imagen y reputación corporativa, que forman parte de la nueva realidad de la creación de un futuro sostenible para las empresas. Las grandes empresas se han convertido en referentes de las prácticas medioambientales, pues la mayoría ha asumido el compromiso ecológico como una manera de retribuir a la naturaleza por todos los recursos que esta le otorga para su funcionamiento. Es la nueva Sostenibilidad En 1987, la Comisión Brundtland de las Naciones Unidas definió este concepto como: satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de las futuras generaciones de satisfacer sus necesidades propias. La economía, el medio ambiente y el aspecto social son claves en este concepto. 17 ODS Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son una guía, un mapa que permitirá a las empresas identificar si su impacto social, económico y medioambiental aporta valor a la sociedad, y en consecuencia fortalecer su reputación y sus relaciones con los distintos grupos de interés. “TODAVÍA ES POSIBLE CUMPLIR CON LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLES CONTENIDOS EN LA AGENDA 2030, PERO NECESITAMOS ACELERAR LOS AVANCES Y RECUPERAR EL RUMBO”. Amina Mohamed, vicesecretaria general de la ONU.
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