El Economista - Septiembre 2022

Inversión millonariaenel temadeenergía Más de $2,200millones han sido invertidos enEl Salvador, en laúltimadécada, paramodernizar lamatriz energéticayelevar laproducciónde energíaverde. La matriz energética de El Salvador no solo ha crecido, ha cambiado; las inversiones en una década superan $2,500 millones, y ello le ha permitido un relevante crecimiento, sobre todo en materia de energías renovables. Algunas de esas inversiones han sido: Energía del Pacífico, con $1,150 millones; AES, casi $680 millones, NEOEN, otros $300 millones; Grupo MERELEC, $97.5 millones; y DELSUR otros $50 millones, entre otras. En la construcción de toda la infraestructura necesaria para su planta de generación de energía, su unidad flotante de almacenamiento y regasificación (FSRU, por sus siglas en inglés) y toda la infraestructura de transmisión asociada a su proyecto, Energía del Pacífico invirtió $1,150 millones para poder comenzar operaciones en mayo pasado. Lamultinacional AES, por otra parte, invirtió más de $180 millones en generación de energía, entre 2018 y 2021; y casi $500 millones en distribución de energía, desde 2010, incluyendo una inversión anual que sumaría más de $59 millones al cierre de 2022. La inversión deNEOEN, que comenzó a participar en la matriz energética del país en 2014, asciende a $300 millones en cuatro plantas solares, las cuales prevé operen de forma sostenible durante los próximos 30 años. DELSUR, entre tanto, ha invertido $50millones en el último quinquenio. Solo este año, la inversión superará los $14millones y espera sumar otros $50 millones entre 2023 y 2026. Y GrupoMERELEC ha invertido $97.5 millones en el último quinquenio. Entre enero y julio de este año, la energía producida en el país alcanzó los 3,699.3 GWh, de acuerdo con el último informe estadístico de la Unidad de Transacciones (UT), lo que significa un alza del 19.3% en comparación con el mismo período del año anterior. Sumada esa cifra con la cantidad de energía importada en ese mismo período (433 GWh), a la matriz energética nacional le fueron inyectados un total de 4,132.5 GWh, mientras que la demanda nacional fue de 3,908.67 GWh, lo que significa que hubo un superávit de 223.83 GWh. En El Salvador, el sistema energético siempre maneja una reserva, es decir, tiene más capacidad que la demanda pico. De hecho, el superávit permitió inclusive la exportación de 154.81 GWh, en esos primeros siete meses de 2022. “Muchas veces, la gente puede concluir de manera incorrecta que hay un déficit en la producción de energía al ver que la importación de energía es mayor que la exportación. Sí, se tiene una importación neta de energía y es una característica o un patrón recurrente en nuestro mercado que no ha cambiado, pero se hace por un tema económico, no porque no se pueda generar esa energía”, anotó el gerente general de NEOEN, Paolo Cartagena. Explicó, que ello significa, que hay una buena cantidad de contratos en los que los participantes se comprometen a hacer un determinado aporte de energía al sistema, pero no necesariamente a producirla ellos. “Entonces, si llega unmomento en el que es más barato importarla que generarla, van a hacer esa transacción económica, aunque tengan capacidad de generarla”, agregó. Solo en 2021, El Salvador importó 1,317 GWh y exportó 134 GWh, de acuerdo con la Memoria de Labores de la UT de ese año. “La gente puede concluir de manera incorrecta que hayun déficit en la producción de energía al ver que la importación esmayor que la exportación.” PAOLOCARTAGENA, gerente general NEOEN. 38 • El Economista www.eleconomista.net Septiembre - Octubre 2022 PORTADA MÁS POTENCIA POR: EVELYNMACHUCA • ELSALVADOR

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