El Economista - Enero 2022

reaparece en la década de los 70, cuando los cuerpos de seguridad militarizados perseguían a opositores, defensores de derechos humanos y líderes de la naciente guerrilla por ser “enemigos del Estado”. Ya en la guerra, según el referido artículo, la guerrilla se convirtió en el nuevo blanco. Una vez firmados los Acuerdos de Paz con “ese enemigo interno”, los gobiernos previos a Bukele apuntaron hacia las pandillas. Pero cuando se reveló que estos gobiernos habían negociado con dichos grupos, Bukele (aunque hoy en día su administración también es cuestionada por negociar con pandillas) capitalizó esa oportunidad y también capitalizó el descontento con ARENA y el FMLN, para construir un nuevo enemigo: el de la oposición dibujada bajo el mote de “los mismos de siempre”. Voceros de la sociedad civil organizada coinciden en que el retorno del “enemigo interno” contradice los Acuerdos de Paz que hoy son desconocidos por el gobierno de turno. Por un lado, señalan, termina de desnaturalizar el rol que debió mantener la FAES tras el fin de la guerra; y por el otro amenaza la libertad de expresión, de organización y de prensa, entre otros derechos. El peligro de reproducir esta narrativa frente a militares es que el gobierno siga descansando en las fuerzas armadas y termine optando por la represión para responder a una pérdida de popularidad y el descontento, advierte Rubén Zamora, miembro de la comisión interpartidaria que facilitó las reformas emanadas de los Acuerdos de Paz. • 48 • El Economista www.eleconomista.net Enero - Febrero 2022 El regreso del “enemigo interno” en el discurso oficial Elmandatario salvadoreñohablade “enemigos internos” y los analistas consideranque es una narrativa que implicaun retrocesodemocrático. POR: MARYELOSCEA • ELSALVADOR El 7 de mayo de 2021, frente a un centenar de cadetes que iban a ser juramentados en el marco del Día del Soldado, Nayib Bukele revivió una narrativa que rebobinó la memoria del país a los años de las dictaduras militares: la del enemigo interno. “Como comandante general de la Fuerza Armada... quiero reiterarles nuestro agradecimiento por ayudar a salvar a nuestra patria de los enemigos externos e internos”, dijo Bukele. Ese discurso ocurrió al final de una semana de amplia condena nacional e internacional por la destitución de la Sala de lo Constitucional y el fiscal general; y la imposición de un fiscal y unos magistrados alineados a él. Ambos golpes, ocurridos el 1 de mayo de 2021 fueron posibles gracias al control absoluto de Nuevas Ideas, su partido, que se estrenó en la Asamblea Legislativa borrando los únicos contrapesos al Ejecutivo de Nayib. A la Sala y al fiscal destituido, Bukele los había metido en el saco de “los mismos de siempre”, una frase que, de acuerdo con un análisis publicado por la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), es una recomposición de la narrativa del enemigo interno. En un artículo de su revista Proceso, publicado en agosto de 2020, la UCA afirmaba que el uso de este discurso en El Salvador puede rastrearse hasta 1931, cuando el dictador Maximiliano Hernández Martínez lo utilizó para justificar el exterminio de indígenas. Luego •Analistas han criticado el mayor gasto para la Fuerza Armada que tiene el país en época de paz. El presupuesto ha crecido 53%en el último quinquenio. EL ECONOMISTA/ARCHIVO 40,000 efectivosmilitares quiereBukeleal finalizar sumandato. Hasta2019rondaban los8,600. PODER FINDEL CONFLICTO

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