El Economista - Noviembre 2021
11 propano lo pagaban con $7 millones, y ahora lo hacen con $15 millones, por lo que hay una inversión más fuerte para mantener el inventario de seguridad en el país. No obstante, el directivo agrega que, debido a que el gas propano es un producto de la canasta básica, no se ha visto una reducción en el volumen del mercado que se ha mantenido “muy estable” y, gracias al apoyo del recurso humano, “se han logrado superar esos inconvenientes”. El crecimiento anual de Tropigas ha rondado entre 3 % y 5 %, pero en este año han conquistado nueva clientela en el sector doméstico e industrial por lo que proyectan que crecerán un 8 % arriba de lo planificado. “Hay un compromiso muy serio de nuestros colaboradores y la empresa ha seguido creciendo”, apunta Martínez. Esta compañía cuenta con más de 60 años de experiencia, y posee la terminal marítima más grande de El Salvador: Terminales de Gas del Pacífico S. A. de C. V. en Puerto Corsain Cutuco, La Unión. Otros brazos del grupo están en la industria metalmecánica con las em- presas TIPIC S. A./DEMESA, Metal- mecánica del Caribe S. A. y Certifi- caciones Industriales, S. A. Estiman que todas las ramas del grupo suman 1,500 empleos directos y generan unos 10,000 empleos indirectos con los puntos de venta. Actualmente se importan a El Sal- vador 15 millones de galones de gas mensualmente. De este total, se reex- porta un 50 %, siendo los mercados más importantes Nicaragua, Guatemala y Honduras. Tropigas cuenta con 11 plantas de llenado en el país para facilitar el traslado del producto hasta la vivienda de los consumidores y, en el corto plazo, pla- nean construir dos plantas adicionales. El 75 % de la producción local de Tropigas es destinado al segmento del mercado doméstico para los que se envasan unos 900,000 cilindros al mes y el restante es para ventas a granel, es decir, tanques industriales en plantas industriales y restaurantes. Inversiones Las inversiones han sido una constante para Tropigas este año. El director general dice que se han invertido unos $3 millones en un sistema de llenado automático en la planta de Soyapango. Por otro lado, en los últimos dos años, ha invertido $50 millones en la ampliación de la terminal marítima en La Unión con ocho esferas de alma- cenamiento adicionales. Ya cuenta con una capacidad ins- talada de 16 millones de galones y en 2022 empieza la otra etapa del proyecto para llegar a 20 millones de galones. “Esto garantizará un mayor margen de inventario para el mercado de El Salvador y el resto de Centroamérica”, apunta Martínez. Esta distribuidora también cuida mucho sus cilindros de gas, además de la seguridad, la imagen y presentación de estos. De hecho, invierten más de $2 millones al año en reparación de cilindros. Es por ello que en el país casi no reporta accidentes con cilindros de gas atribuibles al mal estado o daños en su estructura, sino por malos manejos. “El elemento clave que distingue a una empresa líder del resto de actores, es la calidad del servicio al cliente. Quien llega a entender las necesidades del usuario final, es quien gana la pre- ferencia”, asevera Martínez. Es por ello que gran parte de los proyectos de inversión para el próximo año consisten en seguir cuidando la marca mediante el adecuado mante- nimiento de los cilindros de gas y me- jorar la atención al cliente en el centro de llamadas. • El Economista www.eleconomista.net Noviembre - Diciembre 2021 • 49 El elementoclavequedistingueaunaempresa líderdel restodeactoreses lacalidaddel servicioal cliente. Quien llegaaentender las necesidadesdel usuario final, esquiengana lapreferencia”. MARCOMARTÍNEZ, director general deGrupoTropigasdeEl Salvador plantas de llenadode gas poseeactualmente Tropigas enEl Salvador.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgyMTE=