El Economista - Septiembre 2021
El nuevo modelo debería aspirar a un equilibrio entre los componentes económicos, sociales y ambientales. A lo largo de toda su vida independiente, El Salvador ha in- tentado encontrar un modelo de desarrollo adecua- do, sin que hasta la fecha haya obtenido los resultados satis- factorios que se tradujeran en un mejoramiento de la calidad de Momentopararepensar enunmodelo equilibrado Se debe construir un nuevo modelo de desarrollo que aspire a un equilibrio entre los componentes económicos, sociales y ambientales. vida de sus habitantes. En su Informe deDesarrollo Humano de 2013, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) indicaba que el país ha ensayado con tres modelos, todos con frutos similares: un desempeño errá- tico y amplias capas de la po- blación al margen de los be- neficios de las inconstantes épocas de bonanza. El primero de ellos puede situarse desde la segunda mi- tad del siglo XIX hasta apro- ximadamente la primera del si- glo XX. Este primer intento, denominado modelo agroex- ESPECIAL CÉLEBRES DEL BICENTENARIO 56
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