El Economista - Septiembre 2021

Desde la experiencia de Alexandra Araujo en la dirección de Inver- siones Financieras Grupo Azul de El Salvador, considera que en el país urge promover una cultura empática e inclusiva, que abramás espacios en las mesas de toma de decisión empresariales y políticas. La empresaria señala que pre- cisa una reingeniería cultural que permita eliminar la discriminación, laviolenciay lafaltadeoportunidades que la mujer enfrenta todos los días. “Solo así, podremos contar con lide- razgos comprometidos y dispuestos a priorizar agendas claras y enfo- cadasquepromuevanelprogresode todos”, dice. Araujo es graduada en Mer- cadeo y Negociación Interna- cional y posee una vasta experiencia en diferentes áreas de negocios. “En mi carrera he sido joyera, ferretera, decoradora, activista y ahora financiera. Cada experienciame ha ofrecido diferentes desafíos que me han permitido desarrollar habilidades prácticas para solucionar problemas y facilitán- dome la tomadedecisiones”, relata. La profesional reconoce que todo su tra- bajo no habría sido posible sin la ayuda de sus padres y la estabilidad económica de su familia, laque le abriópuertas para educarse y desarrollarse como profesional. “Men- ciono esto, no para subestimar mi capaci- dad, esfuerzo o tenacidad como mujer y empresaria, sino porque creo que es impor- tante reconocer que no todas las mujeres cuentan con padres que creen en su poten- cial, compañeros de vida que comparten PIONERAEN ROMPER ESQUEMAS STEPHANIEMELVILLE Empresaria Stephanie Melville es la primera mujer en inte- grar la JuntaDirectiva de laCámara de Industria deGuatemala, en la cual, actualmente funge co- mo secretaria. De igual manera es la primera mujer en presidir el Club Industrial. Además, for- ma parte deCacifMujeres, en lamáxima cúpula de empresarios de Guatemala como lo es, el Comité Coordinador de Asociaciones Agríco- las, Comerciales, Industriales y Financieras. Ellaespartede lacuartageneraciónde lacente- naria empresa familiar, Grupo Progreso, de cuya Junta Directiva es directora titular, donde también lleva la secretaría y coordina el Comité de Riesgo, CumplimientoySostenibilidad. Enfoca los logros de su labor en seguir inspi- rando, con sus acciones, a otras mujeres. Percibe que, en los últimos años, las mujeres se están atreviendo a ocupar espacios que nor- malmente habían sido ocupado por hombres. “Veo con mucho orgullo que, en Grupo Progre- so, ya contamos con la primera mujer piloto de un camión de mezcladora. Las mujeres nos es- tamos atreviendomás, estamos aprendiendo a confiar en nosotrasmismas y la importancia de apoyarnos unas a otras en este camino que, no siempre es fácil”, asegura. Suhorizonte es continuar trabajandoenpro de construir un mejor país, y convertirse tam- bién, en la primeramujer en ocupar la presiden- cia de Grupo Progreso. • EMPRESARIAYACTIVISTA ENPRODE LOS DERECHOS DE LAMUJER “LAGRANMAYORÍADE MUJERES LOTIENEN MUCHÍSIMOMÁSDIFÍCIL. PORESOESQUEDEDICO MUCHODEMI TIEMPOA LUCHARPORUNMUNDO MÁS JUSTO, INCLUSIVOY TRANSPARENTE, QUE BRINDE LASMISMAS OPORTUNIDADESATODOS”. ALEXANDRAARAUJO Directora de GrupoAzul responsabilidades del hogar o el apoyo eco- nómico para educarse y aprovechar redes de contactos”, dice. “La gran mayoría de mujeres lo tienen muchísimo más difícil. Por eso es que dedi- co mucho de mi tiempo a luchar por un mundo más justo, inclusivo y transparente, que brinde las mismas oportunidades a to- dos”, agrega la profesional. A la extensa trayectoria de Araujo, se suma la fundación de la organización Voces Vitales, que trabaja a favor del em- poderamiento económico de la mujer en El Salvador, lo cual considera una de las ex- perienciasmás gratificantes de su vida. Para la ejecutiva, sensibilizar, conectar e inspirar a futuras líderes en El Salvador es la única forma que podemos asegurar un mundomejor para todos y todas. • 26 • El Economista www.eleconomista.net Septiembre - Octubre 2021 POR:KARLAALFARO MUJERES LÍDERES

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