El Economista - Julio 2021

16 • El Economista www.eleconomista.net Julio - Agosto 2021 Cuando tuvo problemas legales, le pidió a Deleón unirse a su equipo de defensa y gradualmente se convirtió en una asesora cercana, una de las pocas que no estaría de acuerdo con él a lo largo de cuatro años de trabajo juntos. “Sabía que él es una persona muy impulsiva, muy inmaduro... como un eterno adolescente”, dijo Deleón. “Pero yo siempre percibí que era un hombre de buenas intenciones”. A ella le interesaba convertirse en su ministra de Justicia y Seguridad, pero no recibió la oferta. Su paciencia con Bukele comenzó a desvanecerse poco después de que asumiera el cargo en junio de 2019, cuando comenzó a des- pedir a burócratas del gobierno vía Twitter. Deleón dice que le advirtió que ese método era innecesariamente humi- llante para los empleados estatales que podían impugnar las acciones en los tribunales. Bukele la llamó “aguafies- tas”. La gota que derramó el vaso ocu- rrió el 9 de febrero de 2020. Bukele había estado enfrascado en una batalla con el Congreso, controlado por la opo- sición. Quería que los legisladores apro- baran la financiación de un plan de seguridad para controlar a las pandillas, pero ellos se habían rehusado a reunirse para una votación; dijeron que querían más información. Ese domingo, policías fuertemente armados y soldados con equipo táctico entraron a la Asamblea Legislativa con Bukele. Cientos de partidarios que Bu- kele había reunido para presionar a los legisladores esperaban afuera. Los fran- cotiradores tomaron posiciones en los tejados. Bukele tomó el asiento del presi- dente del organismo y oró. “Si qui- siéramos apretar el botón, solo apre- tamos el botón” y expulsamos a los diputados de la legislatura, dijo a sus partidarios fuera del edificio. “Pero yo le he preguntado a Dios y Dios me dijo: paciencia, paciencia, paciencia”. Deleón estaba estupefacta. Tuiteó una foto de Bukele sentado en el estrado orando con un mensaje de burla. “Pura manipulación de masas. Esto sólo es una muestra de lo que nos espera cuando tenga la mayoría en la @AsambleaSV”. El presidente la bloqueó en Twitter y comenzaron los ataques de los partidarios y troles de Bukele. Algunos ame- nazaron con violarla, asesinarla. La oficina de Bukele rechazó las solicitudes para una entrevista, responder a preguntas y comentar para este artículo. Pero la referencia de Deleón a lo que vendría si su partido ganaba la mayoría en el Congreso fue clarividente. Un año después, Nuevas Ideas ganó una supermayoría en las elecciones legislativas. El 1 de mayo, el primer día que los nuevos legisladores tomaron posesión de su cargo, votaron para apartar y luego reemplazar a los cinco magistrados de la Sala de lo Cons- titucional de la Corte Suprema y al fiscal general. Mientras los legisladores se preparaban para votar, la policía rodeó la Corte Suprema. Un vehículo de patrullaje estaba estacionado afuera de la casa del presidente de la Corte Suprema. Los reemplazos de los magistrados, todos vinculados con Bukele o su partido, fueron escoltados después al edificio por la policía. Bukele estaba complacido. “Sé que la mayoría del pueblo salvadoreño espera con ansias la segunda plenaria”, dijo. Autoritarismo Arteaga, de la Fundación para el Debido Proceso, dijo: “El Salvador está en un proceso de construcción de au- toritarismo muy claro; hay todos los signos”. Durante los dos primeros años de la administración de Bukele, los jueces constitucionales habían sido un contrapeso crítico de su poder. Sus críticos describieron una sensación de desesperanza al darse cuenta de que ahora no habría a dónde acudir. En mayo, Deleón fue llamada a comparecer en la Fiscalía General de la República donde había trabajado durante siete años. Un nuevo fiscal general —anteriormente abogado per- sonal del jefe de la Policía Nacional de Bukele— había sido nombrado. Ahora a Deleón le informaron que avanzaban con múltiples investigaciones en su contra. “Ellos están resentidos por la crítica constante que yo he venido haciendo de la forma de gobernar de él”, dijo, y calificó los casos como infundados. “Esto es una utilización de la Fiscalía para amedrentarme”. Los líderes empresariales y de los medios de comunicación enfrentan amenazas similares. El Faro, un galardonado medio independiente de noticias de El Salvador, también ha sufrido ataques públicos por parte de Bukele y sus seguidores, y una auditoría del gobierno. El personal del medio ha denunciado que los siguen extraños. En septiembre pasado, Bukele dijo en “Tengoel temor, peromuy fundamentado, creoyo, de queestáncopiandoel libreto deNicaragua” ANDREUOLIVA, rectorde laUniversidadCentroamericanaJosé SimeónCañas 15% subió ladeuda el añopasado, gran partepor gastos por lapandemia. ORBE DOSAÑOS ENELPODER

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