El Economista - Mayo 2021
66 Sherwin-Williamsprioriza lasaluddesugente La RSE es parte del ADN de Sherwin-Williams que tiene 20 programas con los que trabaja en los seis países de la región. P ara Sherwin-Williams de Centroamérica, lí- der en la manufactura y comercialización de pinturas y barnices, la Respon- sabilidad Social Empresarial (RSE) es parte de su ADN y de su filosofía de trabajo. La compañía con más de 62 años de operar en la región cuenta con 20 programas de RSE y Sostenibilidad, los cua- les se basan en una filosofía de trabajo establecidos en tres compromisos, que son al mis- mo tiempo los cimientos de la empresa: compromiso con la gente (colaboradores y sus fa- milias), con la educación y con el medio ambiente. “En Sherwin-Williams sa- bemos que el sano desarrollo de la empresa se fundamenta en la interacción del giro de negocio de la compañía con su entorno más inmediato que son sus colaboradores, la im- portancia de la educación pa- ra el desarrollo de las per- sonas y el país, sin dejar atrás un absoluto respeto al medio ambiente”, explica María Te- resa Umaña, gerente regional de comunicaciones, de Sher- win-Williams. VELAR POR LA SALUD Y BIE- NESTAR DE SU GENTE En 2021, a un año de la lle- gada de la pandemia del co- vid-19, la empresa incorporó un nuevo programa: “Marco de Trabajo para la Salud y Bienestar”, fiel a su compro- miso con su gente. Es un programa de talla mundial lanzado por el World Green Building Council y con- siste en un roadmap para de- sarrollar temáticas vinculadas a la salud de las personas, que se basan en seis principios: cuidar la salud, brindar confort en el trabajo, armonía con la natu- raleza, propiciar hábitos salu- dables, crear valor comunitario y acciones responsables anteel cambio climático. “Convirtiéndonos así en la primera empresa en América en adoptar y ser Sponsor fun- dador ante el World Green Building Council del Frame- work. Denotando así la proac- tividad de la compañía en cui- dar de la salud de sus co- laboradores”, dice Umaña. Mientras que, en marzo de 2020, en plena pandemia, el comité: “RSE+WELL” se con- virtió en “Comité central de bioseguridad ante covid-19”, mediante el cual se implemen- taron normativas de biosegu- ridad brindando equipamiento, señalización, entrenamiento, servicios médicos de cabe- cera, apoyo ante la emergencia y exigencia al cumplimiento de normas a los 1,500 colabo- radores en toda Centro Amé- rica y Panamá logrando una transformación espontánea y automática de mejoramiento. “Fue una labor destacable 24/7 de parte del comité cen- tral de bioseguridad, como también de los comités locales en cada uno de los seis países que comercializamos pintu- ras”, detalló. El plan se dividió en seis fases: equipamiento, entre- namiento, prevención, con- tención, reacción y actual- mente, a partir de mayo, la compañía inició la fase de promoción de la vacunación en la región, confirma Umaña. Entre marzo a diciembre 2020 el monto de inversión de la compañía para llevar a cabo estas iniciativas de RSE en el contexto de la pandemia, as- cendió a $500 mil, según re- flejan las nuevas partidas con- tables registradas mes a mes en los seis países. RSE Centroamérica Líder: La compañía tiene 62 años de operar en la región donde es líder en manufactura y comercialización de pinturas. “LOS PROGRAMAS DE RSE EN SHERWIN-WILLIAMS DE CENTROAMÉRICA, QUE SUMAN UN TOTAL DE 20 PROGRAMAS, SON PARTE DE NUESTRA VIDA Y CULTURA EMPRESARIAL, FORMAN PARTE DE NUESTRO ADN”. María Teresa Umaña, gerente regional de comunicaciones, de Sherwin-Williams.
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