El Economista - Abril 2021
A diferencia de los bancos, las instituciones financieras reguladas mantuvieron en 2020 un crecimiento en el otorgamiento de créditos, especialmente a las pequeñas y medianas empresas. LEONEL IBARRA El Economista www.eleconomista.net Abril - Mayo 2021 • 21 L as instituciones financieras no bancarias re- guladas (IFNBR) de la región centroamericana, que incluyen algunos bancos cooperativos, so- ciedades de ahorro y crédito, cajas de ahorro, bancos de los trabajadores, entre otras, tuvieron buenos resultados en 2020. Estas fueron capaces de obtener resultados muy su- periores a los de bancos pertenecientes a grandes con- glomerados, dicha capacidad, de por si ya admirable, tiene mayor realce si se toma en cuenta que el año pasado se vio impactado por la paralización generalizada de la actividad económica en la región por la pandemia de covid-19. Analizando los resultados de los principales indicadores de las IFNBR, todas supervisadas por las Superintendencias de sus respectivos países, al cierre de 2020, se puede concluir que, si bien no salieron absolutamente intactas de la crisis, obtuvieron cifras positivas y, en algunos casos, muy destacadas. Paul Caro, director de análisis de Pacific Credit Rating (PCR), señala que en contraste con el comportamiento de las instituciones bancarias comerciales, se observan tasas de crecimiento positivas “de alrededor del 5 %, para las entidades no bancarias en el otorgamiento de créditos”. Caro explica que es importante tener en cuenta que la crisis económica ha generado un incremento de la in- formalidad en Centroamérica y en la región, por las pérdidas de puestos de trabajo y el cierre de empresas y, a diferencia de los bancos comerciales, estas instituciones siguieron dando créditos a clientes de mayor riesgo e informales que no han sido atendidos por los bancos dada la incertidumbre actual. En el caso de El Salvador, mientras la cartera de crédito de los bancos comerciales se mantuvo casi sin crecimiento, las sociedades de ahorro y crédito, y los bancos cooperativos crecieron 4 % y 12.5 %, respectivamente, en el año 2020. Asimismo, en Honduras las Sociedades Financieras crecieron 6.2 %; en Costa Rica los resultados son mixtos dependiendo del tipo de institución, pues las Empresas Financieras no Bancarias crecieron 6.1 %, no obstante, las cooperativas de ahorro y crédito crecieron tan solo 1.5 %; y en República Dominicana las Aso- ciaciones de Ahorros y Prestamos crecieron 5.5 %. “En comparación con los dos años anteriores, los créditos otorgados por estas instituciones se han desacelerado, pero han mantenido una variación positiva a diferencia de los bancos”, recalca Caro. Prudencia Normalmente, las IFNBR han tenido un crecimiento cre- diticio superior al de la banca tradicional; sin embargo, 2020 fue un año en el que aplicaron políticas más prudentes (por el aumento de los riesgos del entorno) y dicho crecimiento fue menor. Rolando Martínez, director senior de Instituciones Fi- nancieras de Fitch Ratings, manifiesta que, al igual que los bancos, las sociedades financieras otorgaron alternativas de prórrogas y diferimientos de pago o reestructuras de créditos a pesar de quemuchas son entidades no reguladas, y con ello, han logrado controlar la calidad de sus carteras de prés- tamos. Sin embargo, los riesgos persisten y por lo tanto 2021 también “será un año muy retador”. “Las instituciones atienden segmentos de crédito que no atienden los bancos, por lo tanto, su rol es muy importante en los objetivos de incrementar la bancarización y canalizar recursos a sectores comomicro, pequeña ymediana empresa y al sector informal”, señala Martínez. Sin embargo, cabe señalar que el otorgar créditos a este sector les obliga a cobrar una tasa de interés alta para cubrir los gastos administrativos, el riesgo y los altos costos financieros de sus depósitos en comparación con la banca comercial; para este último punto, es importante mencionar el apoyo que están recibiendo por parte de programas de gobierno para reactivar a las pequeñas empresas y el financiamiento de instituciones multilaterales e interna- cionales. Aunque estos programas han sido limitados en Centroamérica, señalan los expertos. Se estima que la mora se ha incrementado “modera- damente” en la mayoría de IFNBR debido a que fue contenida con los programas de alivio de deudores implementados, pero aún es pronto para observar los impactos reales. Las instituciones más sólidas, es decir, las sociedades
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