El Economista - Marzo 2021
a las mujeres con un salario menor, sin protección de la le- gislación laboral y sin presta- ciones como seguro médico y pensiones. Según elWEF, solo enColombia ha aumentado3.3 %la pobreza entre las mujeres, debido a la paralización de las actividades económicas. En 9 de los 12 países exa- minados por la CEPAL para su informe, la reducción interanual de la tasa de participación la- boral de las mujeres en el se- gundo trimestre de 2020 es mayor que para los hombres. Aunque la mayor reducción se registra en Perú, tanto para los hombres como para las mu- jeres, la mayor brecha se ob- serva en el caso de Costa Rica, con 11.6 puntos porcentuales, y la menor en Jamaica, con 0.7 puntos de diferencia. Asimismo, en un artículo pu- blicado en WEF, de la secre- taria general de Care Interna- tional, Sofía Sprechmann, hace referencia a los efectos que la pandemia ha tenido en igual- dad de género. “Esta pandemia está tenien- do un profundo impacto en las mujeres y está tirando por la borda décadas de batallas du- ramente ganadas en términos de igualdad de género y de derechos económicos de las mujeres. El covid-19 ha visto aumentar significativamente la carga del trabajo no remune- rado sobre las mujeres en todo el mundo. Asimismo, las mu- jeres tienen más probabilida- des de tener trabajos infor- males y mal pagados, y mi- llones han perdido sus medios de subsistencia de la noche a la mañana. Solo en América Latina, hay alrededor de 19 millones de trabajadoras do- mésticas, el 80 % sin con- trato, que han sido despedidas conmuy poca protección legal y social”, explica. De acuerdo con la CEPAL, el trabajo es la llave maestra para la igualdad y la ampliación de la ciudadanía, y constituye un eslabón fundamental para la inclusión social, pues genera la mayor parte del ingreso de los hogares de la región. La crisis, en una región ya de por sí muy desigual, tiene un gran potencial para incrementar la desigualdad, al profundizar las brechas y la vulnerabilidad que ya se constataban en el mundo del trabajo y en el acceso a la protección social antes de la crisis. Por lo tanto, los efectos de la pandemia suponen un gran retroceso en varios in- dicadores laborales, incluida la contracción de la ocupación, especialmente para las mu- jeres, las y los jóvenes y las poblaciones en situación de mayor vulnerabilidad. POSIBLES SOLUCIONES S egúnCEPAL, los países se enfrentan a la pandemia con grandes brechas y amplios grupos de la pobla- cióndesprotegidos, lo que pone en evidencia la frag- mentación y las desigualdades de sus sistemas de protec- ción social y la debilidadhistórica del Estado de bienestar en la región. Durante 2020, en32 países se han adoptado 263medidas no contributivas de protección social, entre las que se incluyen las transferenciasmonetarias, la entre- ga de alimentos ymedicamentos y el aseguramiento del suministro de servicios básicos. Estos programas, cuyo grado de cobertura y eficacia es diverso, se handestinado a mantener el consumo y garantizar condiciones de vida bá- sicas, mediante la adaptación y extensiónde transferencias monetarias y en especie ya existentes y la creaciónde nue- vos instrumentos. P or suparte, elWEF considera que es fundamental que las autoridades económicas adoptenmedidas que limiten los efectos prolongados de la pande- mia en lasmujeres. Algunas de esasmedidas podrían con- sistir en ampliar el apoyo a los ingresos de la población vul- nerable, preservar los vínculos laborales, ofrecer incenti- vos para compaginar el trabajo con las responsabilidades del cuidado familiar, mejorar el acceso a la atención sanita- ria y la planificación familiar y ampliar el apoyo a las pe- queñas empresas y trabajadores independientes. Estas po- líticas no solo son cruciales para eliminar factores que im- piden el empoderamiento económico de lasmujeres, sino que también sonnecesarias para fomentar una recupera- ción inclusiva tras el covid-19. 15.4 % fue el porcentaje de la salida de las mujeres del mercado laboral en la región, durante la pandemia, en comparación a los datos relativos de CEPAL al trimestre abril-junio de 2020 con el mismo período de 2019. 56.9 % de las mujeres que trabajan en la economía informal que se inserta en sectores considerados de alto riesgo, por ser los más afectados por la pandemia, en contraste con el 40.6 % de los hombres. Los organismos proponen eliminar factores que impiden el empoderamiento económico de las mujeres. 82 Especial Mujeres Líderes Centroamérica
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