El Economista - Marzo 2021

El Economista www.eleconomista.net Marzo - Abril 2021 • 43 de Productos e Innovación de Mastercard en América Latina y el Caribe. Castillo, director de IT de Grant Thornton señala que el costo de implementación del e-comerce en algunos casos puede resultar elevado; sin embargo, esta medida puede traer más adelante un retorno a dicha in- versión y que esta sea parte de un ingreso en las ventas y los márgenes de ganancia sean aún superiores que de la forma tradicional. “Debe considerarse que estos canales vi- nieron para quedarse y, a pesar de volver a la normalidad, siempre continuarán funcionan- do”, señala. Losgrandes retos Aunque al hacer que la tecnología sea la columna vertebral de las organizaciones im- plica cambios en la visión de las mismas. Sobre todo en materia de inversión en temas como ciberseguridad, tanto para los equipos de la casa como para la infraestructura dentro de la compañía. “Como era lógico, al aumentar el uso de la tecnología, los ciberataques también cre- cieron. De acuerdo con una compañía rusa, en Latinoamérica se contabilizaron más de 20.5 millones de ataques cibernéticos en el 2020”, agrega Flores. Eso para el experto de Kio, da una pers- pectiva importante para entender que la ciberseguridad no es un gasto, sino una inversión. “Las organizaciones necesitan pro- teger su información y garantizar a sus clientes y audiencias que cualquier acción o transacción dentro de sus páginas o apli- caciones será segura”, recalca. Para Henríquez, del Grupo Markup otro de los retos será poder cuantificar el costo del uso de toda esta tecnología, “ya que algunas empresas no quisieron o no pueden costearle al empleado el gasto adicional que ha tenido que hacer para poder seguir usando las TIC, como por ejemplo, una computadora propia, internet más rápido, teléfono con datos, etc. Nos hace falta mucho aún pero si se ha dado un gran paso hacia adelante y pronto po- dremos hacer más”, explica. “La digitalización y el uso de soluciones tecnológicas dejó de ser el futuro y ya se convirtió en el presente. Las empresas y las organizaciones deben ver la digitalización como algo indispensable para adaptarse a las exigencias de esta nueva vida” puntualiza Flores de KIO. Dos empresas, dos países, una tecnología • La firma guatemalteca Tendencia, S.A. e Impulso, S. A. de El Salvador, lograron buenos resultados. POR: ENRIQUE CANAHUÍ • GUATEMALA H ace 10 años, cuando las tec- nologías digitales aún, aplica- ban a un espacio en la diná- mica empresarial, el impacto de una pandemia como la que azotó al mun- do desde inicios del 2020 a la fecha, no habría dado tregua a muchos de los negocios amantenerse a flote, mu- cho menos de llevar sus empresas a otro nivel, gracias a las herramientas de la tecnología digital. Una de esas experiencias la docu- menta la marca conocedora del tema, comoloesMicrosoft, lacual tienecomo referenteregional a lafirmaguatemalte- ca Tendencia, S.A. e Impulso, S. A. de El Salvador, las cuales administran las franquicias Totto y Lili Pink. Empresas que, araízde lapandemia, seenfocaron en agilizar la automatización de proce- sos, lo cual les ha permitido transfor- marsey servirmejor a sus clientes. “La tecnologíasiemprehasidounpi- lar estratégico para nosotros y la geren- cia general mantiene una visión a largo plazo, con inversiones importantes en tecnología año con año para mejorar cada uno de los procesos de las organi- zaciones hasta lograr una verdadera transformación”, comentaWilmar Díaz, director de tecnologíaTendencia, S. A. e Impulso S. A. Totto, una marca internacional de moda que incluye en su portafolio mo- chilas, bolsos, ropa y otros accesorios, es la primera franquicia a cargo de ambas compañíasenlasque laboranalrededor de 300 personas de ambos países. En Guatemala Totto cuenta con 41 tiendas y 12 en El Salvador, más 180 distribuido- res autorizados de la marca. En 2017 se hicieron cargo de la marca colombiana de ropa interior, Lili Pink, la cual tiene una cadenade 16 tiendas enGuatemala yventasdigitales enEl Salvador. Las compañíaspudieroncentralizar las operaciones y “esa decisión nos ayudó a superar de mejor manera los retos que nos presentó la pandemia. Nosvimosafectadosconel cierrede los centros comerciales, sin embargo, esto nos abrió la oportunidad de impulsar y fortalecer nuestro canal de e-commer- ce, trabajar a la distancia, automatizar procesos y agilizar el control y entrega de los pedidos”, agregaDíaz. De igualmanera, la tecnologíano só- lohabilitó la inclusióny ladiversidad, si- no que, además, logró una eficiencia importante, pues gracias a ello, pasaron de despachar de 20 a 30 pedidos dia- rios a enviar hasta 200 en un día, por mediode sucanal de e-commerce. EL ECONOMISTA/CORTESÍA

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