El Economista - Enero 2021
Carmen Estela Pérez, presidenta de la Asociación de In- dustriales Químico Farmacéuticas (INQUIFAR). Pérez afirma que las expectativas del sector al cierre de un año “atípico” son alcanzar los $170 millones en exportaciones, similar a las que tuvieron en 2019. La industria genera unos 6,200 empleos y durante la pandemia agregaron 200 empleos directos nuevos. Un factor que puede ayudar a alcanzar esas metas es llegar a nuevos mercados con gran potencial como Panamá. “Dado que el mercado local resulta demasiado pequeño para al cantidad que se ha invertido en plantas y capital humano y se necesita un sano retorno, mínimamente se debe cubrir la región centroamericana”, afirma la representante del sector farmacéutico. Al mismo tiempo, buscarán promover en conjunto con las universidades y centros de investigación la innovación, investigación y desarrollo de nuevas tecnologías, que fa- vorezcan y amplíen el portafolio de productos. Ymantendrán este año procesos de mejora continua en el parque industrial, que permitan modernizar los procesos de producción de medicamentos, adecuando la tecnología y capacidad de investigación. Para sectores más vulnerables como las micro y pequeñas empresas, muchos de sus proyectos están sujetos al acceso de financiamiento. Guido, presidente de Unión MIPYME de El Salvador, opina que si bien el Gobierno ha dado préstamos en condiciones blandas, “no es suficiente” para el tamaño del universo de este sector. “Está bien poner a disposición créditos, pero está difícil cumplir con todos los requisitos y el otorgamiento va lento todavía porque no es fácil. Es bueno pero no es suficiente, hubiéramos necesitado más ayuda”. En resumen, Girón, presidente de FECAICA, dice que para que esta no sea una “década perdida”, la recuperación del empleo es prioritario y esto se logrará a través de la continuidad de las empresas apoyadas con programas gubernamentales de reactivación que incluyan inversión en infraestructura, fa- cilitación del comercio y agilización de tramitología, atracción de inversión, combate al contrabando, promoción del turismo interno, entre otros. “Para los próximos años, lamayor oportunidadque vemos como sector industrial regional es impulsar la integración centroamericana”. EDUARDOGIRÓN, presidente de FECAICA Oportunidades que aprovechar • Una de las oportunidades que se presentan para el sector privado de Centroamérica en la “nueva normalidad” que se ha implementado es la reubicaciónde cadenas deproducción, porqueanivel global hayuna re- configuración ya que las empresas buscan lugares más próximos a los mercadosdeconsumo. • Mauricio Claver-Carone, presidente del Banco Interamericano de De- sarrollo (BID), detalla que esta reconfiguración causará la reubicación de cadenas de producción, demanufactura y servicios. Particularmente se- ríantressectoresconpotencialparalaregióncentroamericana: los tex- tiles, los conductores eléctricos y los servicios basados en conocimiento. • Para el presidente del BID, los países de Centroamérica se encuentran en “unaposiciónprivilegiada” enel cortoplazo, por suposicióngeográfi- ca, población joveny su reddeacuerdos comerciales. • Entemadeacuerdoscomercialese integración, SusanSegal, presiden- tayCEOdeConsejode lasAméricasdeEstadosUnidos, recomiendaque el istmodebeverseasímismocomounacomunidadque trabajaencon- junto por atraer inversión extranjera significativa y de manera más inmediata. • “Loquenecesitaesintegración,unsolomarcoregulatorio,unsolomar- co fiscal, políticas comunes en el comercio y en las aduanas para que los bienespuedenmoverse librementea travésde las fronteras; unsolopro- cesoparaaaprobar lainversiónextranjerayporsupuestounconjuntode reglas sobre laeconomíadigital”, afirmaSegal. 38 • El Economista www.eleconomista.net Enero - Febrero 2021 PORTADA DÉCADA PERDIDA
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