El Economista Septiembre 2020

82 OCDEpidemásesfuerzosenla recuperaciónverdede las economíastrasel covid-19 La crisis financiera de 2008 mostró que los estímulos verdes, siempre que respondan a una estrategia bien estudiada, pueden generar ingresos. L as medidas ecológicas puestas en marcha por los países para que la reconstrucción econó- mica tras el impacto del co- vid-19 son buenas pero no su- ficientes, según un análisis pu- blicado por laOrganización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que pide acciones más profundas. “Es alentador ver a muchos gobiernos aprovechar esta oportunidad única para asegu- rar una recuperación realmente sostenible, pero los países de- berían ir más lejos en la eco- logización de sus paquetes de relanzamiento”, dijo el secre- tario general de la OCDE, Án- gel Gurría, en un encuentro con ministros de ecología de los países miembros. El análisis “Making the Green Recovery”, sobre el im- pacto del covid-19 en el me- dioambiente, señala que pese al durísimo efecto de la crisis, económico y sanitario, la pan- demia tendrá algunas conse- cuencias positivas a corto pla- zo: en 2020 las emisiones de dióxido de carbono caerán un 8%, a niveles de hace diez años, y la contaminación del aire también cayó con el parón de la industria y del transporte, lo que influye además en una mejora de la calidad del agua. En cambio, la epidemia su- pone un reto para la gestión de residuos por el significante in- cremento de desperdiciosmé- dicos y el aumento en la de- manda de plástico de un solo uso, y ha dejado en evidencia cómo la interferencia de los seres humanos afecta a la biodiversidad. La crisis financiera de2008 mostró que los estímulos ver- des, siempre que respondan a una estrategia bien estudiada, pueden generar ingresos, crear empleos y mejorar el bie- nestar, según la OCDE, que pide acelerar esta vía. ENERGÍA Y TRANSPORTE Tras el fuerte impacto econó- mico de la pandemia, al menos 30 países miembros de la OC- DE o próximos a la organi- zación han implantado en sus programas de recuperación medidas para apoyar la tran- sición verde en la economía. Estas se han concentrado, según un análisis inicial, en la energía y los transportes, mientras que otros importan- tes como la industria, la agri- cultura, silvicultura y gestión de residuos han sido menos abordados. Un cálculo preliminar de la OCDE señala que los países miembros se han comprome- tido a invertir $312,000 mi- llones en la recuperación sos- tenible. Se trata sobre todo de préstamos, incentivos fiscales para la ayuda al transporte y la movilidad, estimulación de la economía circular o la inves- tigación en energías limpias. “La conservación y el uso sostenible de la biodiversidad también es clave, ya que la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas brindan be- neficios de $125 a $140,000 millones al año”, indicó la vi- cepresidenta española y mi- nistra para la Transición Eco- lógica y Reto Demográfico, Teresa Ribera. Sin embargo, el análisis de la OCDE también muestra que, frente a ellos, 24 países han anunciado medidas que pueden ocasionar un impacto negativo en el medioambien- te, como planes para revertir las regulaciones ambientales existentes. “Lamentablemente, el equi- librio entre el gasto ecológico y no-ecológico no es favorable hasta ahora en términos de volumen de apoyo hacia re- sultados ambientales positi- vos”, señala el informe. Para incitar al cambio, el lla- mado club de los países ricos recalca que los sectores verdes ofrecen importantes perspec- tivas de creación de empleo. Especial El Economista Verde Centroamérica Unos 30 países, miembros de la OCDE han implantado en sus programas de recuperación medidas para apoyar la transición verde. 8% caerán en 2020 las emisiones de dióxido de carbono, a niveles de hace diez años.

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