El Economista Septiembre 2020
24 • El Economista www.eleconomista.net Septiembre - Octubre 2020 lo que conlleva entre otras cosas, a elevar el nivel de desempleo”, dice Saúl Álvarez, gerente de negocios de Atlán- tida de El Salvador. En lo que va del año, Banrural re- porta que ha otorgado créditos por un monto de $576.1 millones, de los cuales, $220.1 millones han sido solicitados por personas individuales y $356.0 millones se han orientado a financiar actividades productivas. Comparado con el mismo período, esto significa que la demanda de cré- ditos ha disminuido 4.61 %. Guzmán Bethancourth, gerente ge- neral de Banrural, señala que Gua- temala está viviendo “una crisis de ofer- ta y demanda”, cuya magnitud se an- ticipa que será mayor a la de 2009. “El grado de contracción económica y su efecto en la demanda de crédito dependerá en gran medida del tiempo que, como país, nos tome para reactivar la dinámica productiva. Para una can- tidad considerable de empresas, el cré- dito que están demandando es para sobreponerse a la fase actual, que ha sido crítica. La demanda de crédito para financiar nuevos proyectos ha sido mí- nima”, asevera. Crecimientos No obstante lo difícil para muchos sec- tores productivos, en varios casos se han mantenido las demandas de créditos empresariales para funcionamiento, especialmente en aquellas actividades económicas en las que se redujo la demanda por las medidas de aislamiento social, con los que se permitió la continuidad de las actividades durante los meses de mayor restricción. Esto también se debe a que existe un buen número de empresas de sectores económicos que han mantenido un nivel de operación que podría considerarse “normal” (al- gunos subsectores agrícolas; industria manufacturera, prin- cipalmente de alimentos; entre otros) las cuales mantienen su nivel de demanda de productos y servicios financieros. Derivado de lo anterior, se observa a julio 2020, para todos los bancos del sistema guatemalteco un crecimiento interanual del saldo en cartera de crédito empresarial mayor del 7.7 % mientras que el crédito empresarial menor muestra un cre- cimiento de 3.7 % interanual, según datos de la Superin- tendencia de Bancos de Guatemala. En lo que corresponde al crédito de consumo (segmento personas, principalmente), el BAM señala que, si bien el consumo ha sido afectado por las medidas de aislamiento para detener el avance del virus, las actividades básicas han seguido atendidas (alimentación, productos y servicios de saneamiento, medicamentos y servicios de salud, etc.), mientras que el consumo de bienes menos inmediatos (vehículos, por ejemplo) ha tenido una caída notable. En ese sentido, es muy probable que el crédito para consumo, cuya cartera total de los bancos del sistema gua- temalteco reporta un crecimiento de 4.7% interanual, responda a esta demanda. Lo anterior, aunado a la necesidad de aquellas personas que sufrieron suspensión en sus actividades laborales y, por con- siguiente, una reducción en sus ingresos, por lo que el uso de • Las tarjetas de crédito han ganado protagonismo debido amayor cantidad de compras en línea. EL ECONOMISTA/ARCHIVO “Dada la coyuntura, sí hemos registradoun incremento de las transacciones por cliente, así como las compras por medio telefónicoo por internet”. MICHELLEORDOÑEZ, directora deMedios de Pago de Banco Davivienda ESPECIAL FINANZAS SÓLIDAS
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