El Economista
El Economista www.eleconomista.net Julio - Agosto 2020 • 55 desde la operación de más de 178 cen- tros, según cifras a diciembre de 2019. Roy Mena, presidente de CAMSCAT, opina que la capacidad de respuesta ue ha tenido el sector, ante la pandemia, ha permitido a las empresas mantener sus operaciones “de manera constante, in- clusive con mejoras en calidad y en los indicadores de cumplimiento de los procesos”. Sumado a ello, algunos centros de las empresas multinacionales han dado so- porte o atención completa a actividades que no pudieron mantener su con- tinuidad en otras partes. “Estas dos experiencias, entre otros factores, permitirían abrir nuevas opor- tunidades para el sector SCAT en el país, en términos tanto de expansiones hacia procesos de mayor sofisticación por parte de las compañías ya instaladas, así como de atracción de nuevos clientes o de empresas que buscan instalar sus Centros de Servicios en un destino competitivo y que posea la resiliencia requerida para evolucionar en tiempos de pandemia”, afirma Mena. Así, se identifican industrias tales como manufactura, alimentos, trans- porte logístico, componentes tecnológicos, servicios finan- cieros, producción digital, desarrollo de software, dispositivos médicos, farmacéutica, consumo masivo, análisis de datos, y consultoría, entre otras que están demandando más servicios de “call centers”. Adaptación Pero a lo que no ha escapado la industria es a adaptar sus operaciones para el trabajo a distancia. En el caso de Telus International, se empezó “una labor titánica” en compras de equipo y adecuación de conexiones residenciales. La compañía trasladó más de 4,500 computadoras y se compraron casi 3,000 auriculares y 120 modems inalámbricos para internet. Actualmente ya se tenía casi al 96 % de los 4,300 empleados trabajando desde casa. La inversión en compra de equipo fue de unos $700,000 adicional a un bono mensual para los empleados de $200,000, dice Calderón. “El trabajar desde casa vino para quedarse, no sabemos cuál va a ser el porcentaje de nuestro personal que se quedará en esta modalidad, probablemente un 20 % o 30 %”, vaticina. Por su parte, Mena asevera que un 78 % de las empresas tienen “de manera total” a sus colaboradores, mientras que el resto lo hace “en un alto porcentaje” porque, en muchos casos, se limita o imposibilita mover estos servicios por cláusulas de confidencialidad y seguridad. Los expertos coinciden en que esta modalidad de teletrabajo será un beneficio para muchos empleados y abre oportunidades a futuro para otras personas con problemas de movilidad o personas que deben cuidar a sus hijos. • • Representantes del sector consideran que lamodalidad del teletrabajo abrirá oportunidades laborales amás personas. EL ECONOMISTA/ARCHIVO “El trabajar desde casa vinopara quedarse, no sabemos cuál va a ser el porcentaje de nuestro personal que se quedará en estamoda- lidad, proba- blementeun 20%o 30%”. JOSÉCALDERÓN, vicepresidente de operaciones deTelus El Salvador
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