El Economista

El Economista www.eleconomista.net Julio - Agosto 2020 • 53 calzado que la mayoría se encuentran dentro de esos desarrollos, la industria de helados, la venta de vestuario. Y, aunque los restaurantes tienen opción de vender en ventanilla o enviar a domicilio, el no atender en mesa les afecta, sobre todo que deben producir menos con la misma cantidad del per- sonal. De igual manera están los hoteles, los espectáculos entre otros. Larealidadde lareapertura Los empresarios saben que, al volver a reactivarse la economía no significa que las facturaciones serán las mismas que había antes del covid-19, pues el bolsillo de los consumidores de igual manera está afectado, por lo que tendrán sus prioridades de gasto como los de cui- dado de la salud. “Creemos en una reapertura orde- nada, en la que, priorizando la vida y salud, las empresas sigan operando bajo estrictos controles de prevención”, ex- presa Raúl Buscayrol, secretario de Jun- ta Directiva de la CIG. Para ese objetivo, en coordinación directa con el gobierno, buscan generar una estrategia de comunicación efec- tiva, eficiente y masiva para educar a la ciudadanía a que cumpla con los prin- cipios básicos recomendados para pre- venir los contagios. Se trata de un esfuerzo educativo para hacer conciencia de que, es res- ponsabilidad de cada una de las per- sonas que el virus no se extienda y, de esa manera, evitar caer en un retroceso post apertura como ha sucedido en la experiencia de otros países. Las percepciones de los industriales en Guatemala, están en sintonía con los de la Federación de Cámaras de Co- mercio del Istmo Centroamericano (Fe- camco), cuyos asociados coinciden en la imperante necesidad de que los países de la región realicen una apertura eco- nómica mesurada con equilibrio que permita un balance entre la salud y la economía. Este balance va de la mano con el cumplimiento responsable de los pro- tocolos de bioseguridad que, faciliten a los ciudadanos adaptarse a la nueva forma de convivir y trabajar. En la perspectiva de la Fecamco, la rea- lidad es que, el virus pone a prueba la so- lidaridad y responsa- bilidad en el cumpli- miento de las medidas de seguridad y la carga compartida de las consecuencias. Por un lado, las empresas han tenido que des- pedir empleados, cerrar operaciones. Por otro lado, los gobiernos deben a toda costa ser cuidadosos con el gasto público y transparentes con el mismo para el adecuado uso de los recursos. Apropósitoderesponsabilidades De acuerdo con Roberto Ardón, se- cretario ejecutivo del Comité Coordi- nador de Asociaciones Agrícolas, Co- merciales, Industriales y Financieras (Cacif), se necesita información con- fiable por parte de las autoridades res- ponsables de gobierno para determinar realmente el comportamiento de los casos de contagios. De igual manera, hacer un esfuerzo para mejorar las condiciones exis- tentes para aten- der a los enfermos de covid-19, así co- mo el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), tiene que hacer lo suyo. “Esta enferme- dad no se va a ir sola, es una lucha de todos, que poco a poco nos va a ir contagiando”, dijo. La cúpula empresarial plantea la necesidad de hacer un corte de caja como país para ver la ruta de donde están los recursos destinados a los programas de apoyo; cuánto realmen- te han desembolsado, a dónde ha lle- gado y si la población meta realmente ha sido beneficiada con esos apoyos, subraya Ardón. Advierte que en el tema de las es- tadísticas de casos por covid-19, si bien hay una estrategia de desescalada de cuatro fases; la fase cero, que es la fase de inicio, hasta el cierre de esta edición, no se había comenzado como país. Al sector privado le preocupa no contar con data fiable, oportuna y del día. “No es posible tomar decisiones y no es posible llevar una estrategia adecuada, si la información es frag- mentada y poco fiable. El mismo go- bierno ha manifestado que ha tenido dificultades con la integración de esos datos. La preocupación es que, frente a la incertidumbre de que esos datos sean reales o recientes, no es posible saber en qué momento, esa fase cero de la estrategia de desescalada va a ocurrir”, agregó. Si bien es cierto que la mayoría de sectores sí está trabajando, especialmen- te en el interior del país, de acuerdo con las encuestas, la actividad económica está alrededor del 50%, con el transporte público que mueve el 88% de la fuerza laboral detenido en industria y comercio, por lo que es preciso evaluar la rea- pertura de sectores cerrados de manera gradual, con protocolos estrictos. “Creemos que hay que empezar a abrir la economía a la brevedad posible para ir disminuyendo el impacto eco- nómico que ya tiene el país, empezando por el transporte público con horarios escalonados”, subraya Nils Leporoswki, presidente del Cacif. A nivel de Centroamérica, se estima que Guatemala sea uno de los pri- meros países en salir de la crisis eco- nómica, que se proyecta lleve alre- dedor de 16.4 meses, con relación a Honduras y El Salvador que están por arriba de los 20 meses. Lo anterior es factible pese a que la deuda en bonos emitido por el Estado para cubrir gastos de emergencia del gobierno, el país sigue manteniendo una macroeconomía sólida, lo cual permite mantener un endeudamiento del 25% del Producto Interno Bruto, según el Cacif. • “No es posible tomar decisiones yno es posible llevar una estrategia adecuada, si la información (oficial) es fragmentada y poco fiable”. ROBERTOARDÓN, secretario ejecutivo del Cacif. 88% de trabajadores del comerciose muevenen trans- portepúblico.

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