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El Economista www.eleconomista.net Julio - Agosto 2020 • 47 peso en todas las economías. Estos sectores, en su conjunto, cons- tituyen el 84 % del valor bruto de la producción (VBP) en Panamá, 70 % en República Dominicana, 68 % en Costa Rica y 65 % en El Salvador. “Esto genera un reto, pues no todas las actividades de este gran sector eco- nómico tienen una alta capacidad para impulsar el crecimiento económico”, señala Marisol Guzmán, investigadora del Programa. En otros países como Nicaragua y Honduras, el sector de manufactura también es importante, ya que en ambos supera el 30 % de su VBP, mientras que el sector agrícola es más relevante en Honduras, Nicaragua y Guatemala, pero no supera el 16 % del VBP. Guzmán explica que el confinamien- to y la paralización de la actividad económica, no solo de los países de la región, sino también de los principales socios comerciales, genera un impacto importante en las demandas agregadas. Así, cada país se ha especializado en distintas cadenas productivas, y estas se reflejan en las principales exportaciones de cada uno (productos agrícolas, ma- nufactura y textiles o servicios, prin- cipalmente). Es decir, se está viendo un fuerte “shock” de demanda, tanto interna co- mo externa que afecta a todas las eco- nomías. Si a esto se le agregan las medidas de confinamiento social y res- tricciones de movilidad, se pueden afec- tar las cadenas productivas. En este caso, los sectores que son importante proveedores son los de mayor impacto. “Si estos sectores no logran proveer a los demás, las cadenas productivas se paralizan pues se generan cuellos de botella”, apunta Guzmán. Por ejemplo, indica la investigadora, los sectores agrícolas son estratégicos en casi todos los países (excepto en Pa- namá) pues proveen a otros sectores: producción de alimentos, hotelería y restaurantes, químicos, etc. Por otro lado, tener la capacidad de activar sectores que tienen alto po- tencial de proveer y de demandar insumos simultáneamente puede ser determinante en estos momentos coyunturales. Encadenamientos Tomando en cuenta la estructura por tipos de encadena- mientos, los sectores con mayor peso en términos de valor productivo, en la mayoría de los países, de la región son estratégicos, por lo que es fundamental tomar en cuenta esta característica para las medidas del diseño de una eventual reapertura. Identificar las capacidades de cada sector para estimular la economía es fundamental, pues algunos de estos pueden tener un mayor peso en términos de producción, pero no ne- cesariamente son los sectores que pueden contribuir al cre- cimiento por medio de la interdependencia productiva. Estas capacidades se resumen en los cuatro tipos de encadenamientos productivos conocidos como estratégicos (que proveen insumos al resto de sectores y encadenan hacia adelante), los impulsores (que son demandantes de insumos y encadenan hacia atrás), los claves (que demandan y proveen insumos, tienen el perfil completo pues encadenan hacia adelante y hacia atrás) y los independientes (tienen reducida capacidad de encadenamiento, hacia adelante y hacia atrás). “Idealmente se busca que una economía tenga la mayor cantidad de sectores claves y la menor cantidad de sectores independientes”, in- dica Guzmán al respecto. En la mayoría de los países se en- cuentran principalmente del tipo impulsor y estratégico, los que demandan insumos de otros sectores, y los que sirven de insumos para otros sectores, respectivamente. Los sectores claves son pocos y difieren, pero se pueden encontrar algunos patrones como el sector de productos minerales no metálicos el cual es clave para Guatemala, Honduras y República Dominicana, mien- tras que para el resto de los países es impulsor. El sector de finanzas y seguros es clave para Costa Rica, Guatemala y Nicaragua, pero es estratégico para el resto de los países. En Nicaragua, los tres sectores claves corresponden al sector terciario (transporte, finanzas y seguros; y agricultura y forestal). Panamá solo tiene un sector clave: agricultura y forestal. Honduras tiene dos sectores claves del sector secundario o manufacturero: textiles y productos minerales no metálicos (estos incluyen la producción de vidrio, arcilla y cemento). El Salvador también tiene el sector de pulpa de madera, papel, imprentas y editoriales, pero agrega además el sector de telecomunicaciones y correo, así como el sector textil. Guzmán considera que las actividades que podrían tener una recuperación más rápidamente postpandemia serán las vin- culadas con la demanda externa (por la mejora de socios), y bienes y servicios que se puedan reactivar vía demanda interna, producidos localmente, como por ejemplo, la producción agropecuaria. • -6.2% sería lacaídadel producto interno brutodeCentroa- méricaparaeste año, según lases- timacionesde la CEPAL. “Enuna eventual estrategia para reactivar la actividad económica, es impor- tante tomar en cuenta cuáles sectores tienenel mayor potencial paramulti- plicar el empleo”. MARISOLGUZMÁN, investigadora de Programa Estado de la Nación

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