Revista El Economista - Mayo 2020

63 contemplados en su compañía durante este 2020, pero otro lado, hay otras compañías, so- bre todo de primera necesi- dad, que han puesto sus pro- ductos o servicios a dispo- sición del Gobierno para poder combatir la pandemia. Enton- ces, es duro pero al mismo tiempo enriquecedor, porque la misma crisis ha propiciado que la RSE vaya renovándose o reinventándose”, reconoce De Fiallos. En conclusiones de la in- vestigación de Deloitte “las empresas deben responder y acelerar sus planes de con- tingencia, pensando que las acciones y decisiones que se tomen hoy, pueden cambiar definitivamente el curso del negocio. Por ello, ante una emergencia global, que ge- nera tal volatilidad e incer- tidumbre en los mercados, es importante que los negocios sean proactivos en evaluar sus capacidades de hacer frente a la disrupción desde un punto de vista operativo y financiero”, detalla. La líder de la farmacéutica opina que innovar y reinven- tarse es clave. “Debemos eva- luar qué más producimos para salvar más vidas, con esto nos referimos, a fabricar productos bien especializados que curen la sintomatología de la enfer- medad y una vez fabricados, orientarlos para cubrir la de- manda o necesidad que se tiene al respecto”, explica. “Muchas empresas ven es- ta situación como un reto y una oportunidad para ser más creativos en sus modelos de negocios, de la mano de la responsabilidad social y el de- sarrollo sostenible”, concluye La Fundación Empresarial para la Acción Social de El Salvador (Fundemas) tras realizar un webinar en el que participaron representantes de varias empresas para con- versar sobre cuáles fue su plan de acción y los retos que han enfrentado a partir de la pandemia. La Distribuidora de Elec- tricidad DELSUR que fue uno de los exponentes en el webinar, reconoció que la cri- sis obligó a la compañía a reinventarse. “Por ser una empresa de servicios básicos, la principal RSE de la empresa, es ga- rantizar la continuidad y calidad del suministro eléctrico en los 82 municipios donde opera- mos para contribuir a la sos- tenibilidad económica nacional y la viabilidad de las medidas de contención del Gobierno”, dice María Teresa Menéndez, Gerente de Comunicaciones y RSE, de DELSUR. Al mismo tiempo, dijo que han implementan el teletra- bajo y que el 70% de los colaboradores están traba- jando desde la casa”, revela la Gerente. “Estamos replanteando los programas de RSE que se desarrollarían en 2020, pero por situaciones ajenas y de prevención hemos tenido que ser creativos para poder de- sarrollarlos. Poniendo en pri- mer lugar a nuestro personal y la continuidad del servicio. Es- tamos seguros que podemos seguir adelante con ellos en 2021”, concluye, Menéndez. RSE Centroamérica Triple impacto “LA DECISIONES YMEDIDAS APLICADAS PARA CONTENER LA CRISIS PUEDEN IMPACTARPOSITIVAO NEGATIVAMENTE TANTO EN ESTE PERIODODE CONTRACCIÓN COMO EN LA POSTERIOR FASE DE RECUPERACIÓN Y CRECIMIENTO”. Deloitte. Replantear los proyectos de RSE Aunque los gobiernos de los principales países que se han visto sacudidos por la crisis del covid-19 han impulsado medidas para paliar la ralentización económica provocada por este virus; según la consultora Deloitte, se vislumbra que la propagación del covid-19 podría tener un triple efecto sobre la economía mundial: impacto directo sobre los volúmenes de producción a nivel global; disrupciones y trastornos sobre las cadenas de suministro y distribución; y un impacto financiero en las empresas y los mercados de valores. Carolina Escobar de Fiallos, directora Ejecutiva, de PAILL, asegura que una vez salgan del punto más crítico, sí cambiarán, modificaremos o incorporaremos nuevos proyectos enfocados a la salud, desinfección, higiene, etc, no solo internamente sino con nuestros públicos externos. “De hecho, desde ya ha tocado innovar y actuar para apoyar la situación”, resalta. Acción: Para Deloitte las empresas deben responder y acelerar sus planes de contingencia.

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