Revista El Economista - Marzo 2020

88 hombres en El Salvador y en la región centroamericana están: 1- La flexibilidad Laboral: que permita a las mujeres no dejar su trabajo cuando inician una familia. Así se evita “fuga de talentos” en las empresas y no se interrumpe el desarrollo pro- fesional de la mujer. 2- Programas de formación y financiamiento para fortalecer a las empresarias en sus ne- gocios diseñados para atender las consideraciones que debe hacer la mujer. 3- Educación sobre la equi- dad de género desde las cu- rrículas escolares de primer ci- clo para ir conscientizando a hombres y mujeres desde la infancia sobre el tema. LLEGAR A LA CIMA Ante la pregunta que si está ¿realmente preparada la mujer en la región centroamericana para asumir el liderazgo? He- rrarte, dice estar convencida de que hay muchas mujeres pre- paradas para asumir puestos de liderazgo en Centroamérica, “deben trabajar en sus con- ductas y en sus competencias; en sus conductas para lograr un verdadero liderazgo femenino porque primero hay que de- searlo y hay que tener pasión por lo que se hace; y en sus competencias, porque a la hora de optar por una posición, de- ben hacerlo con las creden- ciales adecuadas, que com- prueben que reúne las carac- terísticas necesarias para as- pirar un puesto, independien- temente de que sean mujeres”, explica. “Personalmente he vivido en un ‘mundo de hombres’, cuan- do estudié en la escuela de Negocios INCAE eran 40 hombres y solamente dos mu- jeres. Luego en mi primer tra- bajo yo era la única mujer eje- cutiva y fue igual en el segundo familias, en los jóvenes, las uni- versidades, las diferentes or- ganizaciones, fortalecer la in- clusión y la diversidad en las empresas, logrando mayor participación en puestos di- rectivos y las políticas públicas inclusivas. Nosotros las mu- jeres tenemos un rol esencial de ser el motor de los cambios esperados”, opina Rizo. Así lo confirma, Cruz, quien dice que a través de programas como Voces Vi- tales El Salvador, aquellas mujeres que han recorrido un camino en sus negocios pue- den aconsejar a quienes van iniciando su empresa, por ejemplo, algunas empresa- rias que quieren alcanzar mercados internacionales y exportar sus productos y ser- vicios, han conocido las ex- periencias de quienes ya lo han logrado, sus dificultades y más de algún fracaso, manifiesta. “Hemos fortalecido la gestión empresarial de mu- jeres que lideran MIPYME al brindar herramientas sobre el manejo de sus negocios y fortaleciendo aspectos de desarrollo personal y autoes- tima que potencian su lide- razgo. Hemos acompañado a empresarias que han conso- lidado sus negocios y han experimentado crecimiento. En los últimos años, hemos tenido la participación demás de 12 mil mujeres en nuestras actividades de formación, asistencias técnicas y progra- mas de mentoría”, finaliza Cruz. Especial Mujeres Líderes Centroamérica Apoyo: Las expertas señalan la necesidad de prepararse y de confiar en sí mismas para poder llegar a la cima. Igualmente es necesario el apoyo de otras mujeres. BRECHA Según datos del Banco Mundial, en América Latina y el Caribe, “el 24 % de las pequeñas firmas tienen una mujer en cargos directivos, mientras en las medianas es un 21% y en las grandes apenas alcanza el 11 %”. DESIGUALDAD El Global Gender Gap Report 2020 del World Economic Forum ubicó a El Salvador en la posición 135/153 en igualdad salarial por trabajo similar. porque en el comité gerencial yo era la única mujer. Actual- mente formo parte de una Junta Directiva compuesta por 13 hombres y una mujer; sin embargo, esto nunca ha sido una barrera para lograr mis ob- jetivos y alcanzar mis metas profesionales”, relata Herrarte. Ella comenta que en El Sal- vador, hay varios casos de mu- jeres que son referentes de liderazgo, como por ejemplo: Fantina Andino CEO de GBM, Gracia Rossi CEO de Micro- soft, Alexandra Araujo Presi- dente del Comité Nacional de INCAE, Ana Cristina López CEO de Citigroup, entre otras mujeres que tienen una gran influencia por los roles que desempeñan desde la alta dirección. “Es clave que las mujeres que están en posiciones de liderazgos empoderen a otras y les enseñen a reconocer y explotar el potencial que en ellas existe. El principal reto es que logremos creer en no- sotras mismas y en nuestras capacidades; sin embargo, es un tema que debemos con- tinuar inculcando dentro de las Voces Vitales El Salvador En los últimos años han participado más de 12 mil mujeres en actividades de formación, asistencias técnicas y programas de mentoría.

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