Revista El Economista - Marzo 2020

87 importancia de contar conmás mujeres liderando grandes compañías”, comenta, Rivas. Cuando se refiere a la par- ticipación de la mujer en la política, en el mapa de ONU Mujeres 2019, establece que en las Américas el porcentaje promediode parlamentarias es de 30.6%. Incluso en algunos países existen “cuotas” para fortalecer la participación de las mujeres en este rubro. Mientras que en la industria la vida familiar, derivado de la creencia de que lamáxima res- ponsabilidad del cuidado de la familia la tienen las mujeres “digo tristemente porque es algo que no debería darse si los hombres también acepta- ran parte de esa responsa- bilidad y también las mismas mujeres estuvieran más dis- puestas a enfrentar valiente- mente ese reto, sin culpas”, recalca. En el caso del sector de microempresa, en El Salvador, donde el 64 % son lideradas por mujeres, uno de los de- safíos más grandes es el ac- ceso a formación, en temas tan relevantes como: administrar sus negocios, el acceso a fi- nanciamiento o capital semilla entre otros; debido a que los programas existentes no al- canzan a cubrir las necesida- des formativas de la gran can- tidad de mujeres emprende- doras, así lo resalta Claudia Cruz, directora Ejecutiva de Voces Vitales El Salvador. Además, le suma los retos que aún existen en materia de equidad salarial para hombres y mujeres realizando el mismo rol, ya que según afirma, las mujeres reciben menor paga realizando el mismo trabajo que un colega hombre. Situación que se refleja en el Global Gender Gap Report 2020delWorldEconomicFo- rum ubica a El Salvador en la posición 135/153 en igualdad salarial por trabajo similar. Entre los temas que Cruz considera pendientes para re- ducir la brecha entre mujeres y aeronáutica, según estimacio- nes de Alina Nassar, presi- denta de la International Avia- tionWomen’s Association (IA- WA), el número de mujeres en puestos de liderazgo corres- ponde a cerca de 10 %. La escasa presencia feme- nina en la industria aeronáutica también ha generado una di- ferencia salarial muy significa- tiva entre hombres y mujeres, sobre todo en el ámbito de las compañía aéreas. Un estudio de la Univer- sidad de Swansea pone de manifiesto que la diferencia sa- larial puede ser de hasta el 65 % en compañías aéreas inglesas, debido principalmen- te a que las mujeres ocupan puestos de trabajo inferiores. Cifras dejan en evidencia que las mujeres todavía se encuen- tran en desventaja. “La igualdad de género no se trata únicamente de em- plear un número igual de mu- jeres y hombres, sino de ga- rantizar que todos los emplea- dos reciban un trato justo y que las mujeres y los hombres ten- gan igualdad de oportunida- des”, señala Ana Teresa Rizo, Managing Partner, de Arias, en Nicaragua. DESAFÍOS EN LA ALTA DIRECCIÓN Herrarte destaca que entre los desafíos que enfrentan las mu- jeres de alta dirección está el entorno naturalmente desfa- vorable que ellas deben en- frentar, por otra parte todavía existen estereotipos de géne- ro que establecen lo que sí pueden hacer las mujeres y lo que no, expresa. Además destaca que otros de los desafíos que “triste- mente” debe enfrentar es el conflicto entre la vida laboral y 64 % De las microempresas son lideradas por mujeres en El Salvador. “LA IGUALDAD DE GÉNERO NO SE TRATA ÚNICAMENTE DE EMPLEAR UN NÚMERO IGUAL DE MUJERES Y HOMBRES, SINODE GARANTIZARQUE TODOS LOS EMPLEADOS RECIBANUN TRATO JUSTO Y QUE LAS MUJERES Y LOS HOMBRES TENGAN IGUALDAD DE OPORTUNIDADES”. Ana Teresa Rizo, Managing Partner, de Arias, en Nicaragua. Especial Mujeres Líderes Centroamérica

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