Revista El Economista - enero 2020
activos, la inclusión de sabores cada vez más naturales, entre muchas otras tendencias, son algunas que han ido modificando también lo que los consumidores buscan localmente. “Particularmente, la industria cervecera en el país está creciendo y estamos viendo un fortalecimiento de la categoría, cada vez hay más opciones para los consumidores. Esta es una señal de la evolución del consumidor cervecero salvadoreño”, dice Colorado. Tal es el peso económico que tiene esta compañía que según un estudio realizado con la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN), La Constancia representa el 1 % el PIB de El Salvador, 2.8 % de la recaudación tri- butaria y emplea al 2.5 % de la población económicamente activa (PEA) del país. El efec- to multiplicador de la economía sobre ventas adicionales de La Constancia es 5.6 en el PIB y 14 % en el empleo. Ventasal extranjero La industria de bebidas en Centroamérica se ha caracterizado por su gran capacidad para abas- tecer con su productos a otros mercados dentro y fuera de la región. En 2014, Guatemala realizaba exportaciones e importaciones de la categoría bebidas, líquidos alcohólicos y vinagre por un valor de $298.7 millones y $227.4 millones, respectivamente, de acuerdo con datos del Banco de Guatemala (Banguat). A octubre del año pasado los valores de exportaciones estaban en $282.6 millones y $205.2 millones en importaciones. Por su parte, datos del Banco Central de Reserva de El Salvador (BCR) muestran que las exportaciones de la categoría bebidas, líquidos alcohólicos y vinagre han sido siempre su- periores a las importaciones. En 2014 las exportaciones tuvieron un valor de $123 millones y las importaciones $108.9 millones. A noviembre del año pasado el valor de las ex- portaciones e importaciones fue de $149.2 millones y $116.9 millones, respectivamente. Vinicio Ávila, gerente regional de mercadeo de Alimentos Maravilla, dice que cerca del 50%de los negocios de la compañía se da fuera del mercado guatemalteco. “Las exportaciones han estado creciendo más acelera- damente que el consumo local en la medida que se expanden subcategorías de marcas en otras regiones como Estados Unidos”, opina. Uno de los principales actores de la industria de bebidas y exportaciones en El Salvador es Livsmart, parte de Grupo CBC. En su planta se produjeron 31 millones de cajas en 2018 y para 2019 esperaban sobrepasar las 35 millones de cajas producidas y despachadas, con lo que se consolida como la operación más importante del grupo en la región. De esta producción, un 75 % se envió al resto de mercados aledaños. Tal es su buen ritmo de ventas al extranjero que por varios años consecutivos ha sido galardonada por la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) como máximo exportador • AlimentosMaravillacuentaconalrededorde2,800colaboradoresenlaregión. El Economista/cortesía Superando el ritmo delmercado D esde hace más de 30 años, Alimentos Maravilla ha ofrecido al mercado regio- nal una variedad de productos de bebidas y tal ha sido su buena aceptación que han experimenta- do un crecimiento que supera el promedio centroamericano. AlimentosMaravilla es parte de la Corporación Castillo Hermanos y cuenta con plantas de producción en Guatemala, Honduras y Panamá. Castillo Hermanos, es un “holding” de origen guatemalteco con inversio- nes en más de 90 empresas en la re- giónytieneunaampliaexperienciaen la elaboración de cervezas, refrescos, bebidascarbonatadasynocarbonata- dasyotrascategoríasdealimentos. De acuerdo con Vinicio Ávila, gerente regional de mercadeo de Alimentos Maravilla, aunque el mercado de bebidas crece anual- mente un 5 %, esta empresa lo ha superado. “Hemos ido creciendo por enci- madelpromediodelmercadoregio- nal y eso ha fortalecido nuestra po- sición. Aunque en algunas catego- rías maduras se puede considerar un buen crecimiento, pero en las bebidas no carbonatadas todavía hay mucho margen de crecimien- to”, afirmaÁvila. AlimentosMaravilla cuenta con alrededor de 2,800 colaboradores y manejan las categorías de néctares, jugos, bebidas refrescantes, bebi- das isotónicas y sueros orales con más de 25 marcas en la región entre las que se encuentran Del Monte, Raptor, Del Frutal, Tampico, V8, Beberé ySipi. En los últimos años, esta com- pañía se ha dedicado a ejecutar va- rias inversiones para apostarle a la eficiencia de costos y ofrecer al consumidor otras opciones más económicas y con envases amiga- bles conelmedioambiente. “Esteplan inicióhace tres añosy continuará en los próximos cinco años”, asegura el gerente regional demercadeo. Los trabajos han consistido principalmente en la ampliación de sus instalaciones, nuevas lí- neas de producción y eficiencia de almacenaje mediante el uso de la automatización. 30 • El Economista www.eleconomista.net Enero - Febrero 2020 ESPECIAL INDUSTRIA REGIONAL
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgyMTE=